Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Programar el riego y el abonado a vista de pájaro

La ‘app’ Agrisat hace un seguimiento temporal de los cultivos gracias a imágenes de satélite, lo que permite hacer recomendaciones de riego y aplicación de sulfatos.

En muchas ocasiones, la cantidad de hectáreas de cereal, frutales o leguminosas plantadas por un agricultor son tantas y están diseminadas en lugares tan alejados en el espacio, que es materialmente imposible hacer un seguimiento presencial de la evolución de estos cultivos. Y es por ello que se pueden dar casos de plantaciones en las que se riega demasiado tarde o demasiado pronto, o incluso que se aplican a destiempo los tratamientos fitosanitarios, con el consiguiente perjuicio económico que la merma de cosechas acarrea en el bolsillo del agricultor.

Para tratar de hacer frente a esta situación, en el año 2016 un equipo multidisciplinar, compuesto por investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha, desarrolladores informáticos, ingenieros agrónomos y agricultores, pusieron en marcha una empresa, denominada Agrisat, que es la responsable del sistema SpiderwebGis y de la ‘app’ Agrisat, que, entre otras cosas, proporciona asesoramiento personalizado sobre las necesidades hídricas netas de un cultivo con una semana de antelación.

Una aplicación que cuenta ya con más de 2.000 usuarios en toda España y que está llegando a Aragón gracias a la apuesta de dos empresas, Ferconsulting, de Calatorao (Zaragoza); y Protena, de Sariñena (Huesca).

«Con este sistema, el agricultor sabe el estado en el que se encuentra su parcela de manera exhaustiva, como si la hubiera inspeccionado con todo lujo de detalles, pero sin salir de casa», apunta José María Marfull, ingeniero agrónomo y responsable comercial de Agrisat.

La aplicación ofrece diferentes servicios, desde el acceso a imágenes de los cultivos en tiempo real, gracias a la aportación de los satélites Lansat 8 y Sentinel 2A; hasta un servicio de recomendaciones de riego o la creación de un mapa de potencial productivo relativo (MPR) que ayuda a determinar la fertilización para el cultivo siguiente según el potencial productivo de cada zona de la parcela. «Cada imagen muestra el estado de la cubierta vegetal en el momento de la toma. Y no solo eso, sino que el hecho de poder acceder a series temporales, de la campaña actual o de anteriores, permite obtener un mapa de producción de biomasa por campaña y parcela. Después, el agricultor utilizará este mapa para conocer los factores coyunturales que pueden afectar a un cultivo o delimitar otras cuestiones relacionadas con la parcela, como por ejemplo la orografía, orientación o los microclimas. Aspectos que condicionan la decisión de plantar un cultivo u otro», matiza.

De esta manera, el agricultor, a través de su tableta o móvil, puede, entre otras cosas, conocer la evolución espacial y temporal de la vegetación y también identificar y localizar posibles desviaciones ligadas a factores ambientales o de manejo por su parte. Por ejemplo, errores en la aplicación de productos fitosanitarios, fallos en los sistemas de riego...

A las recomendaciones hídricas se añadirán, en un futuro próximo, otros servicios, entre los que destaca la opción de la fertilización nitrogenada, que permitirá realizar tareas de diagnóstico de fertilidad y orientará al agricultor sobre el momento y la cantidad de producto que se tiene que aplicar para «conseguir un manejo más eficiente y rentable de los productos empleados, sin olvidarse de cumplir con las normas medioambientales», concluye.

Más información en Heraldo del Campo

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