Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Aroma y medicina en los campos de cultivo

Jaca y el CITA ponen en marcha un proyecto en Bernués, en la Jacetania, para conocer la posibles rentabilidades del cultivo de plantas aromáticas y medicinales.

Zona de plantación en Bernués (Huesca) en la que se está realizando el proyecto.
Zona de plantación en Bernués (Huesca) en la que se está realizando el proyecto.
CITA

El Ayuntamiento de Jaca y el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), dependiente del Gobierno de Aragón, han iniciado una colaboración para la realización del ‘Estudio de viabilidad industrial de especies aromáticas y medicinales en la Comarca de la Jacetania’. Para su desarrollo, el centro ha instalado una parcela de demostración en Bernués (comarca de la Jacetania), de una hectárea, con una agricultora colaboradora, en la que se están plantando diferentes especies de plantas aromáticas y medicinales, representativas para la zona.

El objetivo es poder comparar su rentabilidad frente a los cultivos tradicionales y su calidad de cara a sus posibilidades a nivel comercial. «Se trata de ver las posibilidades de desarrollo, valorando la alternativa de los cultivos que actualmente ocupan el territorio, sobre todo cereal», explica Jesús Burillo, investigador y responsable de la línea de plantas aromático-medicinales del CITA.

Este proyecto experimental contempla observar cómo se comportan las plantas ‘in situ’, «algo que no conocíamos con anterioridad», y valorar la producción que se obtenga, no solo a nivel analítico de los compuestos, sino desde una perspectiva de mercado. Respecto a la elección de la parcela para llevar a cabo este proyecto piloto, el CITA marcó las dimensiones y el ayuntamiento de Jaca se comprometió a buscar a un agricultor colaborador, que dispusiera de terrenos y mecanización para llevar a cabo el mantenimiento y cuidados.

La plantación tuvo lugar el pasado día 16, y se está trabajando con ocho especies: Lavanda (‘Lavándula angustifolia Miller’) Clon Mallette, Lavandín Grosso (híbrido de ‘Lavandula angustifolia’ x ‘Lavandula latifolia’), Lavandín Super (híbrido de ‘Lavandula angustifolia’ x ‘Lavandula latifolia’), ‘Salvia officinalis’, ‘Satureja montana’ (Ajedrea), ‘Artemisia absinthium’ (Ajenjo), ‘Origanum virens’ (Orégano verde). «Estamos hablando de especies perennes, que su vida en cultivo puede rondar los 6-8 años, pero ahora se ha marcado los dos primeros años, el primero para ver cómo se adaptan al terreno y el próximo, como primer año productivo, ver la respuesta de comportamiento no solo de adaptación, sino de producción», añade Burillo. No obstante, reconoce que los resultados obtenidos en 2018 «serán prematuros», pero la idea es continuar con el proyecto, cerrar el ciclo de vida en cultivo de cada una de las especies y determinar la viabilidad de cada una. De todas las especies plantadas, la Lavandín Grosso y Super, «podrían ser las que mejor encajen en la zona» y tienen «gran impacto a nivel mundial».

El mejor material genético

El investigador del CITA coordina esta iniciativa cuyos trabajos requieren obtener el mejor material genético de cada una de las especies cultivadas y analizar las necesidades de mantenimiento y cuidado de las plantas en cultivo. También desde el equipo investigador se realizará el control fenológico de cada especie y se verificará el momento óptimo de recolección para cada una de ellas. El material obtenido (biomasa) se procesará en laboratorio, en la planta piloto de extracción de aceites esenciales y en el secadero de aromático medicinales. Los análisis permitirán ayudar a estudiar la viabilidad económica de cada especie con el propósito de que las plantas más interesantes, tanto en producción como en respuesta de cara al mercado, se conviertan en una posibilidad rentable de cultivo en la Comarca de la Jacetania.

Por el momento, en la provincia de Huesca no hay ninguna plantación de este tipo, aunque sí que existen pequeñas plantaciones de uso particular o de mercado más local. «Y en este caso valoramos, en función del resultado, ver un mercado a nivel amplio e industrial», explica Burillo. Los primeros resultados se podrían obtener el próximo año, aunque ya se verá cómo se comportan las plantas cuando arraiguen en el terreno.

Lo que sí que se ha valorado ya es la producción de cereal en la zona, « y sabemos que el rendimiento en producción del cereal es muy baja y ahora tenemos que comparar, ver la rentabilidad de estas plantas medicinales, que aunque es prematuro, estoy convencido que será mayor respecto al cereal». Después, «lo importante será que lo sepan los agricultores de la zona y decidan una alternativa real que sea más rentable de lo que cultivan ahora». Y es que los cuidados no son demasiado complicados, según apunta Burillo. «El primer año requieren algo más de cuidados, porque no compiten bien con las herbáceas, pero cuando se asientan en el terreno, que será durante este año, es más sencillo».

Desde el CITA confían en que esta experiencia piloto de los frutos esperados, y por el momento, y aunque lleva tan sólo 15 días, la evolución es favorable. «Son plantas de secano, pero las últimas lluvias y nieves les han venido muy bien», concluye el responsable de la plantación.

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo

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