Tercer Milenio

En colaboración con ITA

«El campo aragonés está siendo pionero en la aplicación real de soluciones de Agricultura 4.0»

Javier Zarazaga coordina un programa formativo del Parque Científico Tecnológico Aula Dei y el Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A).

Javier Zarazaga, investigador que coordina el curso Agricultura 4.0.
Javier Zarazaga, investigador que coordina el curso Agricultura 4.0.
José Miguel Marco

El sector de la agricultura ha sufrido en los últimos 100 años 3 revoluciones y en estos momentos somos testigos de la llegada a la agricultura de la revolución de los datos. ¿Qué se encierra bajo el concepto de agricultura 4.0?

No existe consenso sobre lo que encierra el término agricultura 4.0. Bajo mi punto de vista, esta nueva revolución conlleva la organización y ejecución de los trabajos agrícolas basándose en información histórica, tiempo real y de predicción. Quizá sea por mi perfil profesional, pero yo en la agricultura 4.0 veo la auténtica ingeniería de la agricultura.

¿Se está aplicando ya de forma real en los campos aragoneses?

El campo aragonés está siendo incluso pionero en la aplicación real de soluciones de agricultura 4.0. En este sentido hay que romper una lanza en favor del ecosistema de empresas tecnológicas (sobre todo pymes) de nuestra región que están introduciendo soluciones muy novedosas.

Los expertos en este campo hablan de una gran oportunidad para hacer la agricultura más productiva, más sostenible y menos consumista de recursos. ¿Está de acuerdo?

Completamente. Solo que yo creo que el orden es inverso: vamos a hacerla menos consumista de recurso y, por tanto, más sostenible, y a partir de aquí conseguiremos que sea más productiva.

En este aprovechamiento de recursos el agua juega un papel determinante. Es un bien muy escaso que hay que aplicar de manera eficaz ¿Qué avances se están produciendo?

En este tema se trabaja en su máximo aprovechamiento, dándole a las plantas exclusivamente el agua que necesitan para desarrollarse, y con los nutrientes ya disueltos. Así, se reduce al máximo la infiltración, la evaporación y la posible contaminación. Para ello es necesario la tecnología capaz de controlar los caudales de acuerdo a planificaciones elaboradas teniendo en cuenta la capacidad de absorción del suelo, tipo de cultivo, históricos, previsiones meteorológicas, etc.

En este modelo agrícola, el propietario dispone de los datos que obtiene de su explotación y podría servirse de otros de recursos públicos, por ejemplo información climática de la AEMET. ¿Cómo influirá esto en su toma de decisiones?

El volumen de los datos públicos accesibles es ingente, y crece día a día. Ellos, junto con los que se pueden obtener de las propias explotaciones, son el ‘big data’ que van a ofrecer las bases para los análisis que permitan una toma de decisiones con menores grados de incertidumbre.

No podemos dejar de hablar de agricultura 4.0 sin citar a los drones. ¿Qué beneficios se están obteniendo con ellos?

Los drones son las plataformas móviles que están permitiendo que el resto de las tecnologías puedan llevarse a los sitios más recónditos y a un coste muy competitivo.

Uno de los grandes ‘hándicap’, tal vez el más importante en esta revolución, es superar la brecha digital existente en el mundo rural de la UE. ¿Cómo podría lograrse?

Esta brecha digital existe por la baja densidad de población rural que hace poco atractivo a las empresas la provisión de servicios digitales de base, como comunicaciones de banda ancha móvil fuera de los núcleos urbanos. A partir de aquí es difícil construir sin un apoyo público basado en buscar rentabilidad social.

En este avance hacia la agricultura de datos es necesaria la formación, no solo de agricultores, sino también de técnicos. ¿Cómo se consigue?

Los técnicos encargados de asesorar a los agricultores son clave en esta transición. Son ellos los que van a poder coordinar la transferencia tecnológica porque conocen las necesidades del agricultor, sin tener que estar en el continuo estrés de su día a día. La formación de estos técnicos debe venir de la mano de organizaciones agrarias y entidades como el Parque Aula Dei que, una vez identificadas las necesidades, deben coordinarse con centros de investigación y empresas tecnológicas para poder satisfacerlas.

Los expertos consideran que las cooperativas son los actores clave para la digitalización del campo. ¿Son el puente entre la agricultura tradicional y digital?

El campo español en general, y el aragonés en particular, descansa en las cooperativas. Son ellas, a través de sus técnicos de asesoramiento y su capacidad de coordinar acciones conjuntas de sus asociados, uno de los agentes clave en esta digitalización.

¿El reto de la agricultura 4.0 pasa por conseguir alimentos más seguros a través de procesos de producción más sostenibles?

Creo que los retos son éste y la mejora de la calidad de vida de los profesionales agrarios.

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo

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