Un granito de arena aragonés en República Dominicana

Un granito de arena aragonés en República Dominicana

En sus más de 20 años de funcionamiento, El Grupo San Valero ha generado un importante impacto económico directo en la economía y la sociedad de este país.

La cooperación al desarrollo en la República Dominicana es todo un referente educativo.
20 años de cooperación al desarrollo en la República Dominicana.
Grupo San Valero

La Fundación San Valero puso en marcha la Fundación Dominicana San Valero (Fundosva) en 1995 como una obra de carácter no lucrativo al servicio de la sociedad dominicana con el objetivo de "mejorar la calidad de vida de las personas, a través de la educación en valores y la formación profesional".

La Fundación ha contado con el apoyo y la colaboración de numerosas entidades e instituciones tanto a nivel local –siendo clave el soporte recibido por la Arquidiócesis de Santo Domingo, el Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología (MESCYT), el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (INFOTEP) y la Presidencia de Gobierno– como internacional, en especial de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, el Gobierno de Aragón, el Ayuntamiento de Zaragoza, Cáritas, la Diputación de Zaragoza, el Gobierno de La Rioja, la Obra Social de Ibercaja y la Obra Social CAI.

Para el Gobierno de Aragón representa "uno de los proyectos autonómicos de cooperación más relevantes, tanto por su volumen como por su sostenibilidad", consiguiendo que por cada euro de cooperación aragonesa invertido se haya generado un impacto económico directo de 4,83 euros, según el Informe de Impacto Económico y Social (1995 - 2015).

En términos globales y, a lo largo de estos más de veinte años de funcionamiento, FUNDOSVA ha generado un impacto económico directo en la República Dominicana de 630,4 millones de pesos –12,4 millones de euros–, de los cuales casi el 60% se corresponde con el gasto de personal.

Desde el inicio del proyecto se pautó una estrategia encaminada a conseguir la autosostenibilidad operativa y financiera del propio centro, un objetivo que se va consolidando como puede observarse en la disminución del peso de las aportaciones al centro asociadas a mecanismos de cooperación sobre el total de ingresos de la entidad, que decrece paulatinamente desde el 69% en 1996 hasta el 21% en 2015.

Más allá de los objetivos económicos, FUNDOSVA ha apostado por "buscar la excelencia en la docencia en un barrio marginal", formando a más de 50.000 alumnos con tasas de abandono muy inferiores a la media nacional, especialmente en Bachillerato Técnico.

Además, ha contribuido a desarrollar "un modelo social sólido, donde se protege especialmente a los más desfavorecidos", según recalcan los responsables de la Fundación.

Una palanca importante de este modelo es el fuerte sistema de becas implantado, que permite facilitar el acceso a la educación con más de un millón de pesos anuales –más de 20.000 euros–. Aragón, por su parte, ha invertido más de 5,6 millones de euros en la República Dominicana desde 1994.

La promoción del enfoque de género y el creciente papel de las mujeres conforma otro de los ejes importantes de dicho modelo social de protección a los desfavorecidos, así como los programas de alfabetización destinados a población joven y adulta que, por motivos laborales o de otro tipo no pueden concluir sus estudios de educación básica.

Asimismo, la Fundación es un importante agente generador de empleo en la región, registrando actualmente un total de 196 trabajadores, con porcentajes de cualificación y paridad muy superiores a la media nacional. Igualmente, la inserción laboral de los alumnos de FUNDOSVA ha supuesto una prioridad desde el inicio y, por ello, la Fundación ha estructurado redes de contacto con diferentes empresas y sus alumnos, consiguiendo "excelentes ratios de inserción".

En consecuencia, el Grupo trabaja para la población dominicana, colaborando en su educación para "conseguir una sociedad más justa, más solidaria y, en definitiva, mejor".