FESTEJOS

El dance de Pallaruelo de Monegros

La actuación del dance, que reunió a decenas de vecinos y visitantes, comenzó con el desarrollo de la tradicional pastorada entre el mayoral y el rabadán y a ello, le siguió la lectura de los dichos y la lucha entre turcos y cristianos.

El ángel da muerte al diablo en la representación de la lucha entre turcos y cristianos, en las fiestas de Pallaruelo de Monegros.
El dance de Pallaruelo de Monegros
PATRICIA PUéRTOLAS

Al son de la gaita de boto, las espadas se fueron cruzando sobre el cuello del mayoral y en lo alto, tras haber derrotado al diablo, se situó el ángel. Así, con la interpretación de la mudanza de la 'Rueda', concluyó el pasado sábado la actuación del grupo de dance de Pallaruelo de Monegros. El acto tuvo lugar en el marco de las fiestas patronales de la localidad, que se celebran en honor de San Salvador y que concluyeron ayer con la tradicional ronda jotera.

La actuación del dance, que reunió a decenas de vecinos y visitantes, comenzó con el desarrollo de la tradicional pastorada entre el mayoral y el rabadán y a ello, le siguió la lectura de los dichos y la lucha entre turcos y cristianos. Además, antes de la interpretación de las diferentes mudanzas, Francisco Lasierra, vecino de la población y uno de los mejores rondadores de todo Aragón, recitó las motadas, es decir, una serie de versos que recogen las anécdotas vecinales sucedidas a lo largo del año. Así, entre otras, mencionó los intentos de un vecino empeñado en ahuyentar a los jabalís de los campos de cultivo, el sonrojo de una hortelana que perdió la faja y, como colofón, el buen hacer del anterior mayoral, Juan Barrieras, al que se rindió un homenaje a título póstumo.

En su recuerdo, Lasierra aseguró que «con su sabiduría/ al dance y a la motadas/ les dio gran categoría/ las largas noches de invierno/ 'asentao' en la cadiera/ componía las motadas/ con cualquier tema que hubiera/ después a cada danzante/ siempre la vuelta buscaba/ y todos los chascarrillos/ en la plaza relataba».

El dance de Pallaruelo de Monegros, que se perdió a finales de los años setenta, se interpreta de forma ininterrumpida desde el año 1997, según explicó el actual mayoral, Francisco Pueyo, que fue uno de los artífices de su recuperación. La formación está compuesta por hombres y mujeres y tiene su futuro asegurado gracias a la implicación de los más jóvenes.