Dances de más de un siglo en Remolinos

Las calles de Remolinos amanecieron con el sonido de la animada música de la banda local y el del paloteo de los danzantes. Se trataba de un día muy especial para los vecinos de la localidad porque, tras un año de espera, se subió hasta lo alto de la ermita. A lo largo del recorrido, los danzantes interpretaron el baile de La Procesión. "Es lo más emotivo de las fiestas en honor del Santo Cristo de la Cueva", comentaban las amigas Laura Casas, Catalina González y Rosana Giménez, mientras disfrutaban del espectáculo en la placeta de la Violeta.

"Es una tradición que data de 1854, según unos documentos que se guardan en la parroquia. Desde entonces, excepto durante la Guerra Civil, el dance se ha mantenido en Remolinos", explica Carlos Ansodi, uno de los coordinadores del grupo.

El dance de Remolinos se caracteriza por ser "rápido, alegre... y requiere bastante movimiento", dicen desde la agrupación. Por ello, se necesita mucho aguante y energía. Pero para los danzantes, como Iñaki Medrano y Alfredo Arracó, ambos de 15 años, esto no supone ningún impedimento. "Nuestros bailes preferidos son La Jota y el del Pañuelo porque tienen pasos más movidos", señalaban. Precisamente, el baile del pañuelo es el más característico de Remolinos. "Hay muy pocos que utilicen el elemento del pañuelo porque normalmente se baila con los palos", señala Ansodi.

La programación de ayer estuvo llena de actividades para disfrutar, sobre todo, en la calle. Comida popular, desfile de carrozas, por la tarde, o concentración de pijamas, por la noche, fueron algunos de los actos de la jornada.

El fin de semana también llega cargado de festejos. Para hoy habrá almuerzo, pasacalles con la comparsa de cabezudos y encierro de vaquillas. Las fiestas en honor del Santo Cristo de la Cueva finalizarán el domingo con la traca final.