El humor al poder en la tarde de la Merienda de La Vaquilla

Los vaquilleros llenaron la plaza para ver a los toros que este lunes saldrán a la calle ensogados. Al acto acudieron cerca de 7.000 personas.

Un vaquillero apura la pieza de cecina durante la multitudinaria merienda en las gradas.
Un vaquillero apura la pieza de cecina durante la multitudinaria merienda en las gradas.
Jorge Escudero

La tradicional merienda de las fiestas de La Vaquilla se celebró este domingo en la plaza de toros de la ciudad en una tarde que estuvo marcada por la diversión y la alegría que inundó toda la plaza. En el ruedo se mostraron los toros que hoy recorrerán ensogados las calles turolenses y se soltaron vaquillas para que los más valientes pudieran torear. Se pudo ver algún susto, pero sin importancia.


Las charangas de las 11 peñas, que este año estaban autorizadas a acudir al acto fueron las que animaron el ambiente y lo llenaron de música. Solo son 11 de 19 porque como no es posible que quepan todas en las gradas, cada año se eligen a las que puedan acceder, siguiendo un turno. Aunque en el tendido de sombra fue difícil distinguir las melodías que sonaban porque todas estuvieron tocando al mismo tiempo.


También pusieron el toque de color los peñistas que decidieron acudir disfrazados. Así, dentro de la plaza se pudo ver, entre otros muchos, a roedores cazados por una ratonera, a cabareteras o incluso a un grupo caracterizado como Jonh Travolta. Aunque el complemento que más se repitió entre todos fueron los tutús que formaron parte de muchos de los disfraces.


En el descanso del festejo taurino, el albero fue invadido por los vaquilleros caracterizados que no dudaron en meterse en el papel de la vestimenta que llevaban. Los primeros en llegar fueron una cuadrilla que había construido una fuente del torico y pretendían cumplir el sueño de todos los vaquilleros: conseguir ponerle el Pañuelico al Torico. O el grupo que se vistió de budista, con unas llamativas túnicas naranjas, que se dedicó a pasear en procesión a su propia talla de Buda. Los componentes de algunas charangas también decidieron acudir caracterizados.


Las gradas de la plaza se llenaron de familias y grupos de amigos que fueron a disfrutar de la tarde mientras merendaban. No faltaron entre las gradas las neveras repletas de bebidas y las bolsas con los bocadillos y los tradicionales regañaos. Pero algunos, como Joaquín Royuela, uno de los asistentes a la merienda, se atrevieron a incorporar nuevos alimentos al menú. Él llevó una cecina que fue cortando a lo largo de la tarde. "Nosotros venimos todos los años, porque participamos en la fiesta y nos gusta el acto", explicó Royuela. Unas palabras que se repetían entre los asistentes a la plaza de toros.


A la merienda también acudió la corporación municipal ataviada con el traje vaquillero. Desde el palco del Ayuntamiento sus miembros también pudieron disfrutar del acto.La recta final

Las fiestas llegan este lunes a su fin con una de sus celebraciones más características: los toros ensogados. Los astados recorrerán hoy las calles de la capital de mano de los miembros del grupo de Soga y Baga. La Vaquilla terminará de forma oficial esta noche cuando Javier Lahuerta y Gabriel Tomás, miembros de la peña Nos An Soltao suban a quitarle el pañuelo rojo al Torico.

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