Eliseo Giménez, el héroe de los peñistas, se emociona

Interpeñas entregó al cofundador de El Despiste la blusa con los escudos de todas las peñas que le acredita como ‘Vaquillero del año’.

Eliseo Giménez, el héroe de los peñistas, se emociona
Eliseo Giménez, el héroe de los peñistas, se emociona
J. E.

Eliseo Giménez, el ‘Vaquillero del año’, recibió ayer más felicitaciones y se hizo más fotos de recuerdo que en su boda, o casi. Su nombramiento como peñista distinguido de 2014 por Interpeñas se convirtió en una aclamación multitudinaria en el salón de plenos del Ayuntamiento. Tras recibir la gorrinera negra –la antigua blusa de tratante– con los escudos de las 18 peñas de La Vaquilla, empezó para él un carrusel de besos, abrazos y fotos con amigos, familiares, vecinos y gente que pasaba por allí.


El ‘Vaquillero del año’ reconoció que, aunque sabía desde hacía meses lo se le venía encima, tras recibir la blusa acreditativa sintió «una tremenda descarga emocional» y, a continuación, «relajación». El nombramiento reconoce su dedicación a las fiestas patronales de Teruel y su implicación peñista. Giménez recordó que hace un cuarto de siglo puso en marcha con un grupo de amigos El Despiste. «Entonces –rememoró– era más joven, tenía más ganas y más fuerza que ahora». Lo único que lamentó del nombramiento fue que, para estar ayer en forma, «por primera vez», se perdió el primer día de verbenas, el viernes de La Vaquilla. Aseguró que sus amigos y familiares se empeñaron en que se fuera a dormir «a la una de la madrugada» para estar más fresco en un día tan especial para él.


El encargado de entregar la blusa acreditativa fue el presidente de Interpeñas, Toni Soriano. Explicó que el nombre de Eliseo lo propusieron las peñas y fue elegido democráticamente. A su juicio, el motivo fundamental de la elección fue el papel desempeñado por Giménez en el movimiento peñista como fundador de El Despiste y secretario y tesorero de Interpeñas.


Otro de los protagonistas a título individual de La Vaquilla de 2014, el pregonero Luis Alcalá, reivindicó su vocación vaquillera. El paleontólogo y director de la Fundación Dinópolis explicó que, tras una primera semana de fiestas a medio gas, llegó la hora de la verdad. «El protagonismo pasa estos días a todos los ciudadanos y a las peñas. Son las fiestas mayores y es el momento de disfrutar de la noche, de la amistad de gente que solo encontramos en Teruel en estos días, de los bailes y de los toros ensogados».


Alcalá, peñista recalcitrante, es un decidido partidario del acto del Campanico en detrimento del masificado Pañuelico. Advierte, no obstante, de que quienes buscan calles despejadas y tradiciones tienen su día grande el próximo lunes, cuando, al ser un día laborable en el resto del país, solo quedarán en La Vaquilla «los turolenses».