Folclore

"Es gente del pueblo, que canta para el pueblo"

La Ronda de Boltaña cerró una noche de actuaciones en la Plaza del Pilar, que llena de gente arropó pasadas las 00.00 al grupo de folk aragonés.

El grupo folclórico interpretó sus míticas canciones en la plaza del Pilar
El grupo folclórico interpretó sus míticas canciones en la plaza del Pilar

Hablan del pueblo, de Aragón y de sus vivencias; de todo lo que han tenido que dejar los que marcharon, y lo que les queda a los que están por llegar. 


“Reivindican los problemas de esas familias a las que la guerra les pilló en el otro bando. Es gente del pueblo que canta para el pueblo y ensalzan la importancia de Aragón", contaba Alfredo Gracia, un zaragozano que, a juicio de quienes le acompañaban, "sabe más de la Ronda que sus propios fundadores".


Sus letras sobrecogen a un público emocionado a altas horas de la noche. La mayoría tarareaba sus canciones, arropados por la multitud de asistentes que ataviados con el tradicional cachirulo han esperado para verlos tocar.


La Ronda fue el último grupo en actuar, pero no por ello el menos valorado. "Si no fuera por ellos, la Plaza habría estado ya vacía a estas horas", señalaba un vecino de la capital aragonesa pasada la 1.00 de la madrugada.


Cuentan historias

 

El público agradece el sentimiento que ponen en cada actuación, sea aquí o en el Pirineo. "La primera vez que los vi fue en Biescas, en unas fiestas. Desde entonces voy detrás de ellos allá adonde van", contaba Pili. Su madre era del valle de Hecho, y eso –asegura- es algo que se lleva dentro. También su marido –nacido en el País Vasco– se declara seguidor del grupo aragonés. Al hacer memoria, recuerda la letra de una "moceta" que se marcha en burra con el novio; menciona a la famosa condesita del Sobrarbe y a las palomas del Pilar y el Maestrazgo. "En casa lo oímos mucho", confiesan.


“Son un poco radicales, pero hablan de las gentes, de lo que se ha perdido por los pantanos, de las familias que se han tenido que marchar de casa…", apuntaba otro fiel admirador de ‘La tronada’. La popular canción de la Ronda, que sonó por primera vez allá por el año 98, despertó la admiración y el sentimiento de todos sus seguidores. "Cuentan historias. Los nombres de los pueblos que nombran, el hecho de que los conozcas hace que se identifique uno más”, destacaba Ana Crespo, acompañada por su novio.


Entre las más recordadas mencionaban algunos ‘Mermelada de moras’, ‘Tiembla Porrón’ o ‘La casa caída’, interpretada este miércoles en la Plaza del Pilar con una sentida reflexión dirigida a la ciudadanía. "Después de tantos años de ser un país de segunda, de ser un país que no sabía dónde estaba el mundo, que no sabía lo que eran los derechos, que nunca luchó por su gente… empezábamos a serlo. Nuestros padres, vuestros abuelos trabajaron por eso, levantando una casa de todos", anunciaba un Manuel emocionado. "Pero un día –continuó- cuando esa casa se levantaba, cuando empezábamos a sentirnos uno más en este conjunto de un país que se llama Europa, nos dicen que hay que empezar a quitar piedras, que son demasiado caras, que no nos lo podemos permitir". Sin obviar la crítica a las dificultades e insistiendo en los difíciles momentos que atraviesan sus gentes, han querido reivindicar una vez más el esfuerzo común que necesita el país para salir adelante. "Pensad que si esa casa se cae será culpa de todos nosotros, pero pensad también que nunca la dejaremos caer, que cada piedra que nos quiten, la volveremos a levantar", apelaban optimistas a un público que respondió con aplausos.


Recuerdos de la infancia


Entre los asistentes escuchaba atentamente una joven de Buesa que ha visto actuar a la Ronda "unas cuantas veces". La última, en Ayerbe, donde estuvo hace dos semanas coincidiendo con el 25 aniversario de la plataforma en contra del pantano de Biscarrués. "Me gustan porque los he escuchado en mi casa, con mis padres. Me recuerda a mi familia, a mi gente, a mi primo tocando la bandurria", confesaba Olalla Oliván. Después de años cantando sus canciones, admira a los ‘rondadors’ porque ponen en valor el folklore aragonés. "La gente a veces solo se acuerda de la jota y este grupo demuestra que hay mucho más", afirmó.  Entusiasmada reconoce que son letras "sentimentales y reivindicativas, que te pueden hacer reflexionar".


Para Ana y María Pilar, dos amigas de la capital, sus canciones les evocan todo un mundo: el de su infancia. "A mí en conjunto me gustan porque aparte de que cantan muy bien, te llegan y te animan mucho. Yo la llevo siempre en el coche y el coche va solo con la Ronda", bromea María Pilar López. Por su parte, Ana Lasheras, que asegura tener todos los discos, revive al escucharlos "cosas de cuando éramos pequeños, que te emocionan".


Las dos amigas llevan desde las 21.30 en la Plaza; han presenciado todas las actuaciones, pero si les preguntan por su favorita, lo tienen claro: "Este es el grupo que más nos ha gustado, tal vez porque es más nuestro", confiesan.