Los ritmos latinos inundaron el pabellón de Interpeñas desde el comienzo de la noche. Sin embargo, el aire y la hora de retraso para abrir las puertas provocaron que los ánimos de los peñistas se enfriaran un poco. "Llevamos una hora esperando y ahora es cuándo nos dicen que no podemos entrar porque se ha caído una valla por el cierzo y lo están solucionando", explicó una de las afectadas. 

No obstante, en el momento en el que se abrieron las puertas, los peñistas y aquellas personas que habían adquirido su entrada en taquilla entraron a toda velocidad. La entrada de los "reyes latinos" también sufrió un retraso casi cercano a la hora, pero durante todo este tiempo, la música de panchanga fue animando el ambiente.  

La actuación de cuatro iconos del reggaeton, Henry Mendez, José de Rico, DKB y el incombustible King África hacían presagiar una noche con mucho movimiento de cadera y, por supuesto, no defraudaron.

La locura latina se desató en el momento en el que King África pisó el escenario. Lo hizo con su particular versión de 'Paquito, el chocolatero' para que después, DKB se uniera a él y entonaran uno de los éxitos del verano: 'El cocodrilo'. Posteriormente siguieron otros temas veraniegos como 'La Bomba' o 'Mayonesa'. 

La noche no había hecho más que empezar y eso lo demostró Hernry Méndez, que estrenó el pasado año su primer disco como solista. 'No regresa más', 'Mi reina' y 'Tan bonita' fueron algunas de sus canciones, unas pertenecientes a su disco, y otras de sus grandes éxitos del verano. 

Posteriormente, José de Rico, se encargó de recordar que el 'electro latino' también tiene acento español. 'Rayos de Sol' y 'Noche de estrellas' fueron algunas de las canciones que interpretó. Ambas las comparte con el dominicano Henry Méndez, que fue uno de los protagonistas de la noche. 

No obstante, tampoco faltaron sus últimas canciones como 'Darte +'. Todas ellas, inundadas de ritmos latinos y música electrónica para hacer bailar, especialmente, a los más jóvenes, que eran los que abarrotaban las primeras filas. 

La noche continuó con una verbena, que provocó que ninguno de los presentes dejara de bailar hasta bien entrada la madrugada.