​Tarzán salta al Auditorio

La sala Multiusos se ha convertido por un día en la más espesa jungla gracias a este musical.

Tarzán se ha subido al escenario de la sala Multiusos este viernes.
​Tarzán salta al Auditorio
L. Uranga



Ha pasado rápido, pero ni Tarzán se ha querido perder las Fiestas del Pilar. Su musical ha convertido este viernes la sala Multiusos del Auditorio en una selva, en la que se ha encontrado de nuevo con su querida Jeanette y su inseparable compañera Chita.


Momentos antes de comenzar, ya estaba llena la mitad de la sala Multiusos, el espacio abierto para que el público tomase asiento y se preparase para el espectáculo. Entre los que estaban deseando que comenzase la función, muchos niños, pero también algunos mayores. “Nos gustan mucho los musicales, por las canciones, los bailes, las máscaras… y también Tarzán”, explicaban Laura y Lucía, que venían acompañadas de María y Amparo. A pesar de su corta edad, son expertas en este género. “Hemos visto el de Sonrisas y Lágrimas y Mamma Mia”, recuerdan.


Los precios, entre los 12 y los 18 euros por entrada, no desanimaron a los ‘fans’ del personaje. Aunque una ayuda siempre se agradece. “Hemos venido porque nos dieron descuentos y es una actividad para los chicos, como el circo”, explicaban Olga y Mar, que habían acudido con varios amigos, hasta sumar un grupo de de 12 personas. “A los chavales les entretiene mucho, ¡y a los mayores también!”, aseguraban.


Pero no todos usaban de excusa a los más pequeños para ver el musical. Andrea y Alex no necesitaban a ningún niño correteando al lado para decidirse por pasar la tarde de este lluvioso viernes en el musical. “Las entradas son un regalo de cumpleaños”, indicaba Andrea. Un regalo acertado, por supuesto. “Me gustan mucho los musicales y me gusta Disney”, explicaba ella. “Además, hemos leído buenas críticas en internet”, puntualizaba él. Andrea resumía: “Es genial, porque los dos somos como niños”.


Las luces se apagan y es el momento de disfrutar con la función. Ocho actores sobre el escenario dan vida a todos los personajes. La mayoría del público se sabe de memoria lo que iba a pasar, pero, como ocurre con todas las buenas historias, no por saber el final de antemano se pierde la magia. Los niños miran embobados al colorido escenario… y también los padres, que aplauden a rabiar ya desde la primera escena.


La música de jazz, el claqué, el pop y los ritmos africanos que la salpican le dan un nuevo giro, que cientos de zaragozanos no se han querido perder en las dos sesiones del espectáculo. Aunque el humor también es importante, como las confusiones de Jeanette sobre el grito de Tarzán. “¡Es Justin Bieber!”, asegura, hasta reparar en su error.


La selva salta del escenario y llega hasta el público. Jirafas, elefantes, cebras… de todo hay en el patio de butacas gracias a las máscaras que habían recibido al entrar. Así, se unen a los cocodrilos, patos, monos y gorilas que llenan el escenario y que acompañan a Tarzán en su aventura por mantener a salvo su hogar.