Bomberos dice que las deficiencias del Parking Norte se “subsanaron inmediatamente"

Los Bomberos de Zaragoza subsanaron “de forma inmediata” o en el momento en el que fue “materialmente posible” las deficiencias detectadas durante las fiestas del Pilar de 2016 en el recinto y carpas del Parking Norte. Pese a que algunos de las situaciones que se dieron se contemplan en la propia ordenanza municipal contra incendios como infracciones graves (como el bloqueo de las puertas de emergencia y de las zonas de seguridad previstas para supuestos de evacuación), el Gobierno de ZEC sostiene que en ningún supuesto hubo motivos para abrir diligencias o expediente sancionador a la empresa responsable.

Así se asegura en un informe que la Dirección de Comunicación del Ayuntamiento ha solicitado a la jefatura del Servicio Contra Incendios y Protección Civil, a raíz de la información publicada este martes por Heraldo.es y en la que se daba cuenta de varios partes de Bomberos que relatan estas incidencias. Las comprobaciones técnicas destaparon desde la ausencia de numerosos extintores en algunos puntos de la instalación hasta el uso como aparcamiento de un corredor de evacuación, pasando por el cierre con alambre o bridas de varias puertas de emergencia. “La falta puntual de doce extintores –admite el dictamen- puede parecer escandalosa, pero no representa ni el 10% de los extintores y fue una carencia subsanada inmediatamente”.

Con la ordenanza municipal de protección contra incendios en la mano, los fallos detectados deberían haber motivado la apertura de diligencias administrativas con posibles sanciones económicas de 6.001 a 60.000 euros por incumplimiento de la normativa municipal. Pero lejos de iniciar –como ha sucedido en ocasiones anteriores- un expediente contra la empresa responsable, Ferias Lanzuela (que este año vuelve a hacerse caso de la gestión del espacio), el área de Servicios Públicos no actuó. Así lo ha denunciado el grupo municipal de Ciudadanos en la Comisión de Servicios Públicos y ante el concejal responsable de Bomberos, Alberto Cubero, que dijo no tener conocimiento de dichas inspecciones.

La incidencia más grave tuvo lugar en la noche del 15 al 16 de octubre. En el acta de esa intervención -que se prolongó durante casi cuatro horas y hasta la 1.14 de la madrugada, ya con la actuación en marcha y el público en las carpas-  dos sargentos y dos cabos de Bomberos constataron, en primer lugar, que cuatro puertas de seguridad (S25, S26, S27 y S28) estaban “cerradas con un recio alambre”. Tras proceder a su apertura, los efectivos se encontraron en el exterior con “un aparcamiento de vehículos y un gran cúmulo de materiales que impedirían una evacuación de emergencia masiva”. Los vehículos quedaban “a escasamente 3 o 4 metros de la puerta S28” y, en las otras, se disponía “un corredor que podría hacer de recorrido de evacuación, pero que lleva a una zona vallada sin salida”.

El texto de dicho parte es prácticamente coincidente con el de la ordenanza municipal contra incendios cuando describe las infracciones graves: “Ocupación de vía pública en lugares señalizados como salida de emergencia”, entre otros supuestos.

Pese a todo, la Jefatura de Bomberos insisten en su informe ‘ad hoc’ que las deficiencias “que se observan en materia de protección de incendios en estas instalaciones temporales son subsanadas inmediatamente”. Hecho que para la Dirección de Comunicación supone que en ningún momento “hubo motivo para la sanción”.

En otros momentos, por contra, sí se han producido sanciones por estos mismos hechos (puertas de emergencia bloqueadas durante la celebración de espectáculos públicos). En concreto, en 2010 el espacio Z de Valdespartera fue sancionado con 18.000 euros por la Delegación del Gobierno tras la denuncia de la Policía al descubrir que las puertas de emergencia estaban bloqueadas con barras de hierro. En el Parking Norte esta circunstancia se dio el año pasado en dos ocasiones: en la primera se habían bloqueado con bridas y en la segunda, con cable metálico recio, constatan los partes de los propios Bomberos, que según el último informe de su jefatura son documentos internos  con un “nivel de seguridad alto” que nunca deberían haber trascendido y cuya filtración habría supuesto un incumplimiento de la Ley de Protección de Datos.