Taburete: "Nadie viene a nuestros conciertos por el morbo de ver tocar al hijo de Bárcenas"

Quizá, a primera vista, lo que más llama la atención del público sea que entre las filas del grupo Taburete figuran Guillermo Bárcenas, hijo de Luis Bárcenas, y Antón Carreño, nieto del expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán.

Pero más allá de la anécdota, hay una banda que pugna por hacerse un hueco en el panorama nacional. Y lo está consiguiendo. En esta entrevista para Heraldo.es la formación revela, entre otros aspectos, qué esperan de su concierto ante el público zaragozano esta noche, en el River Sound Festival.(a partir de las 22.30)

-Su primer disco suena muy heterogéneo: aires mexicanos, flamenco, pop, indie...

Es un rebujillo de todas las cosas que hemos escuchado a lo largo de nuestra vida y al final están un poco ahí mezcladas. Aunque nuestro primer disco es muy básico en cuanto a instrumentación, solo unas guitarras, voz y percusión, sí que engloba un poco la filosofía de lo que será nuestro segundo trabajo.

-Con él, ¿esperan asentarse definitivamente en el panorama nacional?

En nuestro nuevo álbum, 'Doctor Charas', hemos querido potenciar esa mezcla del pop con lo mexicano, lo flamenco, lo folclórico... El primer disco es muy acústico y aunque el segundo se parece y mantiene la esencia, hemos cuidado mucho más la producción y la grabación. Saldrá el próximo 18 de noviembre.

-¿Cuáles son las influencias musicales de Taburete?

Desde Bunbury a Fito, Estopa, Café Quijano, Los Panchos, Juanito Valderrama, Rocío Durcal...

-Sí que son dispares...

Es lo que nos gusta.

-La familia es la familia y el trabajo el trabajo... ¿Cómo llevan eso de que se les conozca porque entre sus componentes se encuentren el hijo de Luis Bárcenas y el nieto de Gerardo Díaz Ferrán?

Eso ya ha pasado. Después de los dos conciertos que dimos en Madrid en junio, en La Riviera, con todo vendido, creemos que entonces ya se empezó a hablar de Taburete como una realidad más que como una anécdota, que era como se nos veía antes en la prensa. Y bueno, parece que lo estamos consiguiendo. La verdad que es un logro estar haciéndolo en tan poco tiempo. El hecho de tocar en festivales y el número de reproducciones que tienen nuestras canciones en redes sociales significa que nuestra música gusta a la gente. Y esa debería ser la noticia.

-¿Todavía hay quien acude a sus conciertos por ese morbillo?

No creemos que el público haya venido nunca por el morbo. Nadie paga 15 euros de entrada por ir a ver qué pasará. Sí es cierto que en los festivales había gente que estaba por otros grupos y presenciaba nuestros conciertos por curiosidad. Después, recibíamos un montón de mensajes por las redes de aquellos que venían con prejuicios y al final se habían llevado un sorpresa buenísima y lo habían pasado fenomenal.

-¿Ha sido un obstáculo en algún momento de su carrera musical?

Al principio hasta nos vino bien porque nos hicieron muchas entrevistas. Sin ni siquiera haber sacado disco nos dieron bastante bola. Sin embargo, este año, cuando queríamos tocar en algunos festivales, en varias ciudades no nos querían contratar por ese motivo. Pero eso ya es agua pasada. Ahora mismo no nos afecta en nada.

-Tocaron en Zaragoza el pasado 23 de abril, en Las Armas, pero actuar en Pilares son palabras mayores. ¿Cómo afrontan este concierto junto a Sidecars?

Disfrutamos un montón cuando estuvimos tocando en Las Armas. Nuestros fans en Zaragoza han aumentado, tenemos muchísimas ganas de actuar allí el día del Pilar y pegarnos una buena fiesta con los zaragozanos.

-¿Qué músico les gustaría que colaborase en uno de sus futuros trabajos?

Bunbury es uno de nuestros músicos favoritos. Nos encantaría, pero por ahora parece complicado.