Dr. Schär aporta soluciones a una intolerancia

Desde la planta de Dr. Schär en Alagón se exporta buena parte de la producción diaria de pan y bollería que distribuimos a medio mundo para nuestros clientes. También, recibimos de forma constante materia prima como harinas especiales, fabricadas en Europa, con las que es imprescindible trabajar para que todo el proceso llegue a buen puerto. Hemos crecido, es cierto, y así como nuestra marca principal, Schär, está en auge en todo el continente europeo, en España cada día son más quienes apuestan por nuestros productos no ya como una solución a una intolerancia que impide comer gluten, sino como un estilo de vida.

En un plano más personal, tengo que confesar que fue precisamente encontrarme por casualidad con este problema, el de no poder probar algunos alimentos, lo que me llevó a fabricar en Alagón mi propio sueño empresarial basado en la alimentación sin gluten, algo que realicé durante años hasta que mi empresa fue adquirida por el grupo Dr. Schär. Viajaba por asuntos de ocio al otro lado del Atlántico y coincidí en el avión con un hombre y su hija, que sufría ese problema. Íbamos al mismo destino, trabamos relación y me di cuenta entonces, hará unos 16 años de ello, de que hacía falta hacer algo para una parte de la sociedad que, aunque pequeña, tenía graves problemas a la hora de escoger qué llevarse a la boca debido a su intolerancia al gluten.

Hoy parece una anécdota pero, a buen seguro, en esa historia casual surgida en un avión se fraguó parte de un sueño empresarial que, años después, y gracias a otros soñadores, quienes crearon Dr. Schär, es hoy una realidad que soluciona una enfermedad y, además, aporta otro tipo de alimentación.

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