ELECCIONES DEL 20-N

Los sondeos siguen augurando un triunfo aplastante del PP

El Partido Popular (PP) volverá gobernar España si se cumplen los pronósticos de los sondeos, que de forma coincidente le auguran el próximo domingo una victoria contundente en las urnas con amplía mayoría absoluta, que conllevaría una caída en picado del ahora gobernante PSOE.


Cuando falta una semana para la celebración de los comicios, las últimas encuestas, publicada por la prensa, le atribuyen al PP, que lidera Mariano Rajoy, entre 184 y 194 escaños, frente a un máximo de 126 que obtendría el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).


Este resultado que supondría el "desmoronamiento" del partido gobernante en España desde 2004, con José Luis Rodríguez Zapatero a la cabeza, después de un largo desgaste político ocasionado por la crisis económica.


El PP vencería con un amplia mayoría absoluta, al superar de largo el mínimo de 176 escaños que establece la ley electoral entre los 350 que componen el Congreso de los Diputados.


Uno de los sondeos, que publica el diario 'El País', dice que el PSOE, con su candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba, sufriría un "desmoronamiento" general, principalmente en lugares donde históricamente el partido ha tenido una gran presencia, como Andalucía, Cataluña o el País Vasco.


Según esta encuesta, Rajoy obtendría 194 escaños, el 45,4 % de los votos, y Rubalcaba lograría 112, con el 30,9% de los votos, lo que sería el peor resultado socialista en las últimas tres décadas.


El diario 'ABC' publica otro sondeo en el que el PP aventaja al PSOE en 12 puntos y obtendría entre 187 y 188 escaños frente a entre 123 y 126 del PSOE.


En Cataluña, 'La Vanguardia' titula "El PP aplasta al PSOE" al presentar un sondeo en el que Rajoy conseguiría 184-189 escaños frente a 116-120 de Pérez Rubalcaba, mientras que "El Periódico" publica otro según el cual el PP lograría el mejor resultado de su historia con 188-192 diputados, mientras que el PSOE se hundiría al conseguir sólo entre 115 y 118 escaños.


Tras conocerse estos sondeos, el PP dijo que los valora con prudencia y advierte que las encuestas "son como las setas, que a veces son venenosas" y que será el día de las elecciones, el próximo domingo, cuando se celebrará la "verdadera encuesta".


En el PSOE, su secretario de Organización, Marcelino Iglesias, dijo que las encuestas internas sitúan al partido sólo a 8,9 puntos de distancia del PP.


El resultado de los distintos sondeos también indica que otros grupos políticos, como Izquierda Unida (IU) y Unión Progreso y Democracia (UPyD) podrían beneficiarse de los votos que dejarán de ir al PSOE.


La coalición vasca Amaiur, representante del independentismo del País Vasco, se presenta por primera vez a unas elecciones generales, tras el anuncio de renuncia a la violencia de la organización terrorista ETA, y, según una encuesta elaborada por el Gobierno vasco, podría obtener entre 3 y 5 escaños en el Congreso.


Los candidatos prosiguieron su campaña con sus recetas para restablecer la salud económica del país, sumido en una seria crisis con 5 millones de desempleados y que obligó al Gobierno socialista a adoptar diversas medidas de austeridad en el último año.


En Zaragoza, Rubalcaba confiaba en que en política una semana "es una eternidad" y aseguraba que "el cambio por el cambio" ya lo pensaron antes muchos ciudadanos en Portugal o Gran Bretaña y ahora esos países están peor.


En el mismo acto electoral, el ex presidente Felipe González (1982-1996) arropaba a Rubalcaba y criticaba que hayan sido los especuladores y no los electores los que, en países como Grecia o Italia, hayan logrado cambiar el gobierno.


No muy lejos de Zaragoza, en Valencia, Rajoy aseguraba que los ciudadanos tienen "pavor" a que la situación siga como hasta ahora, y por ello declaró su confianza en la victoria: "Creo que vamos a ganar las elecciones; es más, lo creo y lo digo".


Al lado de Rajoy, José María Aznar aseguraba en un mitin del PP en Ávila que España necesita "un baño grande de trabajo y patriotismo para salir del fondo del precipicio en el que se encuentra".


Entre tanto, en Madrid, varios cientos de personas afines al Movimiento 15-M, los llamados "indignados", secundaban una marcha por el centro de la capital para reclamar, como lo hacen desde hace seis meses, un cambio en el modelo económico, social y político.