Twitter pide un cambio electoral a través de 'rajoydimision'

Los usuarios se quejan masivamente tras la victoria del PP. Critican el sistema electoral y se quejan por la gran diferencia que existe entre algunos partidos a la hora de repartir escaños por voto.

A través de #rajoydimision los españoles denuncian el sistema electoral.
Twitter pide un cambio electoral a través de 'rajoydimision'
HERALDO



Las horas posteriores al informe de los resultados de las elecciones generales, la gran mayoría de las personas celebraba la victoria de Mariano Rajo en las redes sociales. Pero ya una de las palabras más mencionadas en Twitter era Equo. Un días después, el 21-N, el tema principal en España fue #rajoydimision, seguido muy de cerca por #marianodimision.


En Actuable.com -el portal de peticiones ciudadanas desde donde surgió la iniciativa para quitarle la publicidad a La noria, por ejemplo- las iniciativas para apoyar un cambio del sistema electoral crecieron de forma rápida.


No se trataba solo de criticar al gran vencedor de la noche del domingo, sino más bien de quejarse por la forma en que fue elegido. Los datos que más repitieron los usuarios fueron los del precio por escaño pagado por los populares.


Teniendo en cuenta los votos nulos y los votos en blanco, el Partido Popular solo obtuvo el apoyo del 43% de los que acudieron a las urnas el 20 de noviembre. Solo logró conseguir cerca de 500.000 votos más que en 2008. Y con eso le bastó para hacerse con una mayoría absoluta histórica, 186 diputados. 32 más que en las anteriores elecciones.


También se beneficiaron del sistema por circunscripciones lo nacionalistas vascos y catalanes. Y los grandes perjudicados fueron los pequeños partidos, los que quedan terceros o cuartos. “Se analiza siempre la ley d'Hont, pero eso es solo la punta del iceberg, es todo un entramado lo que falla”, dice el doctor de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza, Carmelo Romero, autor de varios estudios en los que analiza los comportamientos políticos en España.El precio por escaño

UpyD obtuvo un escaño por cada 228.048 votos, a BNG le costó solo 91.639, al PP 58.000 y al PSOE 69.398. Equo obtuvo 215.776 votos y ningún escaño propio. Coalición Canaria tuvo dos escaños gracias a 143.550 votos .


En Aragón, el PP consiguió un escaño por cada 42.327 votos, el PSOE por cada 55.811 y la coalición CHA-IU entró en el congreso gracias a la confianza de 74.655 votantes. A nivel de provincias, las diferencias en la relación diputado-voto se reducen.


Partidos como UpyD, que ha quintuplicado sus votos en la Comunidad, no han conseguido representante. “Si CIU, IU y el resto de partidos a los que perjudica la Ley Electoral no pactasen en ninguna institución con los dos grandes hasta que no la cambiasen, como hemos hecho nosotros en las municipales, la Ley se cambiaría inmediatamente. La actual adjudicación de escaños degenera la propia Democracia”, ha señalado la candidata al Congreso de ese partido, Cristina Andreu.


Romero explica que el sistema “es una mentira”, porque la gente vota pensando en un presidente, cuando en realidad está eligiendo a un diputado. “Se elige a alguien limitando sus funciones a la de votar en el Congreso por el presidente, cuando tienen muchas más cosas que considerar. Además, se vota por circunscripciones cuando ningún representante de una provincia vota en el Congreso pensando en su zona, responde al dictamen de su partido”, afirma.¿Por qué existe ese sistema?

“Una parte del problema del sistema por circunscripciones es que se le garantiza a cada provincia un mínimo de dos escaños, más lo que se añaden por población”, y eso da más valor al voto de ciudadanos de Teruel o Soria, que a los de Madrid. Y termina por imponer un valor muy elevado para los que no sean primera o segunda fuerza de cada sector.


Según explica el catedrático, “esto se pensó así por el miedo que existía en le época tardofranquista, cuando se eligió el sistema”, en ese entonces, “las grandes capitales eran de izquierda y se quiso favorecer al sector más conservador, que estaba en las pequeñas provincias”.


Para Romero, lo peor no es la repartición, sino otros problemas como las listas: “En Aragón todos sabíamos cuántos iban a entrar por el PP y el PSOE, el 20-N fue solo una confirmación. Las listas dan todo el poder a los partidos, porque los políticos ya no se preocupan por responder al ciudadano, si no en ser fiel a los que deben ponerlo en la parte de la lista que será elegida”.