SE NEGÓ A SER VOCAL DE UNA MESA

El objetor de conciencia alega que "no participamos en las decisiones"

El joven de Elche que rechaza por "motivos de conciencia" ser primer vocal en una mesa electoral el 20N ha explicado  que su negativa se debe a que "el parlamentarismo es un sistema en el que los ciudadanos no participan en la toma de decisiones". "No busco tener antecedentes penales, pero hay que evitar a toda costa caer en los chantajes represivos del sistema", ha dicho este joven, llamado Andrés Vaíllo, de 27 años, para quien "la democracia se hace mediante asambleas y el movimiento 15-M es un ejemplo de ello".


Vaíllo ha hecho estas declaraciones a los periodistas tras acudir al juzgado de guardia de Elche para hacer entrega de un escrito de autoinculpación en el que alega "objeción de conciencia" para no ejercer de primer vocal en una mesa electoral en los comicios generales del próximo domingo, según le ha correspondido por sorteo.


"Entiendo que esta acción no sólo no constituye ningún crimen, sino que mi objeción de conciencia al proceso electoral es una obligación moral y espero que ayude a que la sociedad tome conciencia de la falsedad que se oculta en él", expone Vaíllo en su escrito.


Según el joven, miembro del Grupo Antimilitarista Tortuga, tres son los motivos por los que renuncia a participar en el proceso electoral: "la convicción de que no vivimos en un régimen democrático, la idea de que el bien no se puede imponer y la conciencia libre", tal y como él mismo adelantó.


Hace algo más de dos semanas, la Junta Electoral notificaba a Vaíllo que había sido elegido por sorteo primer vocal de la mesa electoral en el colegio público ilicitano Mariano Benlliure. "Lo primero que hice fue ponerme en contacto con los miembros de la Junta para, mediante los cauces legales, comunicarles mi rechazo por motivos de conciencia", ha explicado tras indicar que días después recibió un "no inargumentado" por respuesta.


"Hace muchos años que no voto porque el sistema político actual no es democrático", ha opinado Vaíllo, quien ha señalado que le parece "injusto" que obliguen a los ciudadanos a participar en su "fiesta de democrática".


Preguntado por las posibles consecuencias de su decisión, ha señalado que no busca tener antecedentes penales y ha añadido: "No podemos caer en sus chantajes represivos", pues "la conciencia es mucho más importante que otras cosas y está por encima de la Ley".


Según el artículo 143 de la Ley Orgánica 5/1985 del Régimen Electoral General, si el presidente o los vocales de las mesas electorales, así como sus respectivos suplentes, no acuden o no desempeñan sus funciones o las abandonan sin causa legítima se les puede imponer una pena de prisión de tres meses a un año o multa de seis a veinticuatro meses.


Junto a Vaíllo, otras cinco personas de su entorno han presentado sus respectivos escritos autoinculpándose de haberle inducido a esa "desobediencia civil" de la Ley Electoral.