UN APERITIVO CON BURBUJAS

Picoteos refrescantes

Fusión Coca?Cola es la iniciativa a la que se acogen los 98 bares zaragozanos que han hecho de la Chispa de la Gastronomía toda una forma de inspiración para sus tapas. Sabrosos, originales y, sobre todo, sorprendentes son los bocados hechos de refresco

Los propietarios del restaurante Amaranta posan junto con su tapa Coca Cola.
Picoteos refrescantes

En cualquier barrio zaragozano es posible tomarse una ‘tapa con chispa’ desde el próximo lunes y hasta el 30 de junio. Incluso es probable que se pueda degustar a partir de esa fecha, pues dado el éxito de la primera edición y, sobre todo, de la aceptación que han tenido estos originales bocados entre los amantes de la buena mesa y de la ‘buena barra’, seguro que muchos establecimientos incorporarán estas tapas a su repertorio habitual.


Son 98 los bares de la capital aragonesa que se han sumado a la iniciativa organizada por el espacio gastronómico La Gastroteca, en colaboración con Coca–Cola. Los que repiten promoción lo hacen con un doble objetivo: aprender nuevas fórmulas culinarias y deleitar a sus clientes. Ambos propósitos se cumplieron en la pasada edición y, por ello, no han dudado en sumarse a esta segunda promoción.


Para ello, muchos de los hosteleros han participado en las sesiones de trabajo convocadas en La Gastroteca para tomar nota de las técnicas y las combinaciones que pueden desarrollarse a partir de Coca–Cola. Por supuesto, son muchas más de las que pueden parecer en un principio. Máxime si se ven respaldadas por los estudios e investigaciones de la red Indaga, que coordina la actividad universitaria con su aplicación práctica a la gastronomía.


Cuestión de paladar


Los que se acerquen durante los próximos días a los establecimientos zaragozanos en busca de la tapa de Fusión Coca–Cola deben prepararse para paladear nuevas texturas y degustar extraordinarias combinaciones de sabor.


Ya en la primera edición, el cocinero investigador Raúl Ruiz, encargado de impartir las Aulas Gastrocoke, aconsejó elaborar propuestas que mantuvieran el sabor de Coca–Cola, a pesar de mezclarse con otros ingredientes. De modo que se trata de conservar propiedades como la acidez y el dulzor característico del refresco. Los cítricos o las salsas más golosas pueden ser, en este sentido, una atractiva alternativa para llevar a cabo las combinaciones.


En cuanto a la textura, resulta interesante probar Coca–Cola solidificada, en forma de gel o simulando las huevas de caviar. No cabe duda de que si se experimenta con la forma, las posibilidades decorativas del refresco también son múltiples.


Todo ello podrá descubrirse a partir del próximo lunes, al salir a tomar unas tapas por las diferentes zonas de Zaragoza. Así lo harán Ángel y Pilar, unos hermanos de Zaragoza, de 33 y 35 años respectivamente que, ya en la pasada edición, decidieron seguir unas cuantas ‘rutas Coca–Cola’ con el deseo de probar algo nuevo. Disfrutaron mucho con las diferentes propuestas y reconocen que se apuntaron algún que otro truco para hacer en su propia casa, como el de usar el refresco para confitar la cebolla y añadirlo a la carne. También aprovecharon Coca–Cola para hornear el pollo, lo cual recomiendan a los aficionados a la cocina. Seguro que estos días podrán ampliar su recetario con las propuestas de los bares zaragozanos.