La riqueza del belén napolitano

Elaborado por la Asociación de Amigos del Belén, puede verse hasta el 11 en el Museo Diocesano.

Belén napolitano de Zaragoza
La riqueza del belén napolitano
H.A.

Cuando en 1759 Carlos III fue nombrado Rey de España, se trajo consigo la tradición de los afamados belenes napolitanos, que vivieron su Edad de Oro en el siglo XVIII, cuando las representaciones se agrandan y además del misterio del Nacimiento de Jesús añaden detalladas y lujosas escenas de la vida en Nápoles.


Se caracterizan por estar formados por multitud de figuras ricamente vestidas a la moda burguesa del momento y por presentarse en escenarios arquitectónicos que recuerdan las ruinas de Pompeya y Herculano, que fueron descubiertas bajo el reinado de Carlos III, Carlos VII de Nápoles.


De esta tradición pueden verse estos días varias muestras en Aragón. Además del belén napolitano expuesto por primera vez en Huesca con motivo del 25 aniversario de la Asociación Belenista Oscense, en la Calle Concepción Arenal, un pequeño fragmento de este Nápoles de época se exhibe también hasta el próximo 11 de enero en el Museo Diocesano de Zaragoza (MUDIZ).


"Hace unos dos años en unas vacaciones en la Toscana encontré un nacimiento de un artesano que yo conocía, y compré el nacimiento y así empezó todo", comenta Mª Carmen Saez de Guinoa, coleccionista y miembro de la Asociación de Amigos del Belén de Zaragoza, que a lo largo de dos años ha ido leyendo, documentándose y haciéndose con figuras hasta llegar a crear este gran escenario. Está compuesto por unas 80 figuras, de las que fue comprando las cabezas y manos por separado, y confeccionando los elaboradísimos trajes, bordados con ricos hilos, pedrería, encajes y volantes. "Además de viajar a Italia he consultado muchos libros y en Internet, y he entablado amistad con belenistas italianos que me han ayudado", dice Saez.


Para esta apasionada de los pesebres y también coleccionista, "la gracia del belén napolitano es que cuantas más figuras tiene es mucho más bonito". La puesta en escena sigue la tradición napolitana del nacimiento y los Reyes Magos bajo ruinosas arquitecturas clásicas y una representación de la burguesía por un lado, y los artesanos y el pueblo con 'sus vicios' y realidades, por otro. Así, a la derecha del nacimiento se ve a los nobles y a sus lacayos y servidores ricamente ataviados, mientras que a la izquierda puede verse una taberna con un grupo bebiendo, una prostituta asomada a una ventana, una mujer que presenta la enfermedad del bocio, la verdulera, el alfarero o una encajera de bolillos.


El belén puede verse al precio de 3 euros, en una entrada conjunta con el museo.