TEATRO

Títeres por Italia y otros viajes

Helena Millán, invitada por 'A&I', cuenta la gira veraniega de sus marionetas.

Tras un año de recorrer toda España con ‘Cajal, el rey de los nervios’, tenía ganas de descansar entre la tierra y el mar. Pero el toscano Paolo Valenti, fundador del Teatro dell’Aggeggio en Arezzo, me propuso emprender juntos una gira por diversos festivales italianos. Entre la tierra y el mar, porque íbamos a recorrer desde el Piemonte hasta la isla de Cerdeña.


Preparé en las maletas dos espectáculos que fueran fácilmente transportables. ‘Formas de perder la cabeza’, con marionetas de hilo con algunos números embarazosos, como el del hombre que pierde su cabeza dentro del wc, en el que Paolo llevaba la parte musical con flauta travesera, tambor, birimbao y concertina, y ‘Cuentos de madera’, en el que intervenían mis números clásicos con los tres pinochos de Paolo. Me gustó mucho el título italiano de ‘Modi di perderé la testa’ y la fusión de nuestros trabajos en los hermosos lugares que hemos visitado.


El primer festival se llama Burattinarte, porque en italiano al títere se le llama burattino, y tuvo lugar en el Piemonte, en la entrada a Italia por Francia, a los pies de los montes de los Alpes y con capital en Turín. Actuamos los días 23, 24 y 26 de junio en tres pueblos diferentes con escenarios inimaginables: el duende Tilo, una de mis últimas marionetas, tuvo la ocasión de trabajar ¡en un bosque de verdad! Coincidimos allí con viejos amigos, como los mejicanos de Saltimbanquis, Eduardo y Cira, que pudimos admirar hace muchos años en el Parque de las Marionetas de Zaragoza. También asistimos a la actuación del inglés Stephen Mottram. Por las noches cenábamos todos juntos, fuera la hora que fuera, en casa de los organizadores del festival, Claudio y Consuelo. El día 24 fue sensacional, actuamos en Fontanafreda, unas espléndidas bodegas de vinos en las que también se bebe la cultura. Paolo con la tavoletta tradicional, el sistema más antiguo de títeres en Europa y yo, con el duende Tilo en el sugerente bosque que rodea a la bodega. Con el titiritero chiuleno Italo Carcamo pudimos disfrutar de una excepcional carne a la brasa regada con el mejor vino.


El segundo festival fue Mercantia, en Certaldo, Toscana. Es un festival que rinde culto a los artistas de la calle: organilleros, charlatanes, artesanos, magos, clowns, malabares y marionetistas. Durante tres días, doble actuación callejera, donde el trabajo con las marionetas crece en contacto con el público y con la fiesta crece la improvisación.


El tercer festival fue Animar, en Teulada, Cerdeña. Allí sólo es de títeres y marionetas, dirigido por Antonio Murru (Tonino) y Donatella Pau. Resultó emocionante conocer el lugar y actuar en el mismo festival y escenario en el que actuó Pepe Otal por última vez, porque murió allí, al terminar la función del espectáculo sobre ‘La Divina Comedia’ de Dante. Se cumplían en estas fechas cuatro años y allí estaba una gran foto suya. Fue bonito dedicarle nuestra actuación aquella noche.


Fue muy grato para mí poder conversar con Tonino y escuchar las tristes y misteriosas anécdotas de aquel 24 de julio de 2007. Tocar el árbol donde se apoyó, ya mordido por el infarto, tras dejar el Infierno dantesco que representaba. Visitar el pequeño cuarto donde lo dejaron reposar mientras venía la ambulancia que no pudo salvarle. Pero para no dejarnos dominar por la melancolía cantamos tarantelas con el maestro del Pulcinella napolitano, Salvatore Gatto, gran amigo de Paolo Valenti, con el que he compartido este largo viaje.


El cuarto festival, a finales de julio, ‘Veroli festival’, fasti Verolani de teatro de calle, en otro precioso pueblecito medieval en la provincia de Roma. Participaban 16 compañías de teatro de calle de Italia y diversos países Argentina, Canadá, Alemania. Coincidimos allí con otros grupos que ya habíamos conocido en nuestra larga gira por Italia. Encuentros, abrazos, alegría de vivir. Una forma de vivir que se está perdiendo en España, donde los festivales han perdido buena parte de su espontaneidad.


Y de vuelta a España, casi sin resuello, actuamos en la primera edición de ‘Titirilata’, Festival Internacional de títeres en Remolinos los días 4, 5 y 6 de agosto organizado por Ayuntamiento de Remolinos, Enlatamus y Títeres de la Tía Elena. Allí actuaron La Barricada Títeres, Los Cuentos del Akum, Títeres de la Tía Elena, Teatro dell’Aggeggio y Marta de las Tejas Verdes.


Las actuaciones dentro de la «lata», dentro de ese contenedor portuario aparcado en una plaza de Remolinos, resultaron especialmente mágicas, como todas las hermosas locuras que organizan David Giménez y sus amigos. Son cosas más pequeñas que los festivales que habíamos recorrido, pero no por más pequeñas dejan de ser tan gustosas e importantes.