Recuerdos del pasado

No solo no existían los gifs, sino que se desactivaban los gráficos.

Recuerdos del pasado
Recuerdos del pasado

Dos días para que llegue un email

?En los comienzos, un correo electrónico podía tardar tranquilamente dos días. Había una cuenta corporativa de la Universidad de Zaragoza que se podía pedir prestada para cosas muy importantes. Se entraba a este servicio a través de Red Iris, que centralizaba el acceso desde Madrid. Pero había otras formas de comunicarse digitalmente. Apple Talk, la red que enlazaba los ordenadores de la UZ, mostraba todos los equipos disponibles en cada momento y permitía mandar mensajes directos entre ellos. Como un Whatsapp de cable, pero aleatorio. Allí se buscaba conversación al azar. Las cuentas de correo no se extendieron hasta los noventa.


Hágalo usted mismo

Comprender que "aquello lo podíamos hacer nosotros" fue todo un descubrimiento. Cuando los servidores web estaban arrancando y se utilizaban solo para poner material de asignaturas y ejercicios, los estudiantes se lanzaron a hacer sus propias páginas web y a fabricar sus propios videojuegos. En las ‘salas de micros’ (de microordenadores) se vivían grandes momentos de juego en red. El ansia de conexión abarrotaba estas salas, operativas incluso por las noches; sistemáticamente, hacia las 00.00, se caía la conectividad porque los bancos tenían preferencia para sus transacciones. De aquellas salas salió, Beyond Juslibol, un juego cuyo escenario era un clon del CPS, recreado palmo a palmo. Pero la tecnología permitía conquistar otros espacios y de aquella ebullición nació la revista digital ‘Contracultura’.


Superlópez en cada escritorio

El icono de Superlópez estaba en todos los ordenadores de los despachos de estudiantes del CPS, que lo recuerdan así: "Lo abrías y te salían programas, juegos... y fotos de chicas"; por primera vez, "todo un surtido de elementos más allá de tu ordenador"; "nos malacostumbró porque era un almacén donde todo estaba revisado, ordenado, sin virus". Aunque sentían que tener a Superlópez era parte de la clandestinidad, en realidad lo tenía todo el mundo. Aquel disco duro de 1.600 megas estaba alojado en el "servidor www experimental" Persephone, del Grupo de Informática Gráfica, abierto a los contenidos académicos pero también a los intereses de la gente, algunos con "¡pérdida de tiempo garantizada!". Estaba en el famoso Palomar, en un ático del edificio viejo, detrás de la habitación de proyección del salón de actos.


¿Desactivar gráficos? Sí, gracias

Al principio, la web era solo explorar directorios y subir y bajar archivos. Para usar internet hacía falta algo de técnica, "era un poco de frikis". Aquello de navegar no existía, pero sí el almacenamiento remoto y los protocolos gopher. Antes de la web gráfica, se navegaba por internet sin imágenes ni maquetación, a golpe de comandos de texto. Mosaic (1993), primer navegador gráfico, mostraba en la misma página imágenes y texto, pero la imagen no se desvelaba hasta que estaba completamente descargada. Quienes ejercitaron su paciencia con él recuerdan con cariño el botón de desactivar gráficos. En 1995, llegó Netscape.


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