De desahuciados a colíderes de Segunda

?En 100 días, el próximo rival del Real Zaragoza ha pasado de salvarse milagrosamente del descenso a comandar la tabla.

Los jugadores de Osasuna celebran el gol de la victoria el pasado sábado frente al Leganés.
Los jugadores de Osasuna celebran el gol de la victoria el pasado sábado frente al Leganés.
diario de navarra

Hoy hace 100 días que Osasuna, el rival del Real Zaragoza el próximo domingo, se hallaba al borde del precipicio. Prácticamente con los dos pies en Segunda B. Aquel 7 de junio, el nutrido grupo de aficionados navarros que se había desplazado a la Nova Creu Alta se disponía a llorar una de las situaciones más dramáticas en la historia de la entidad. Se había cumplido el tiempo reglamentario y el Sabadell vencía por 2-1. De hecho, hasta el minuto 77 el resultado era de 2-0.


El drama se antojaba ya inevitable cuando, en el tiempo añadido, Javier Flaño conectó un testarazo a la salida de un saque de esquina que batió al portero De Navas y que apagó las llamas del incendio en que se iba a consumir la entidad pamplonesa. Se desencadenó una invasión del campo por parte de unos seguidores que habían presenciado un prodigio muy similar a un milagro deportivo.


Más de tres meses después, el panorama en la capital navarra es diametralmente opuesto. Osasuna comparte el liderato de la Segunda División con el Alcorcón. Ha ganado tres partidos (Llagostera, Mirandés y Leganés) y sólo ha perdido uno, en su visita al Almería. Evidentemente, no se pueden extraer conclusiones definitivas por este arranque, pero la tendencia sí que es digna de elogio y de estudio. Un motivo de preocupación para el Real Zaragoza, que recibirá a su gran rival de la categoría todavía aturdido por la derrota que le infligió el Córdoba el pasado sábado.


¿Cuáles son los factores que explican este súbito resurgir osasunista? El principal responde a un nombre: Enrique Martín Monreal. El técnico que aceptó el pasado 5 de mayo el nada aconsejable desafío de resucitar a ‘su’ equipo del alma, ha planificado la presente campaña sobre un principio innegociable: la apuesta por la cantera. Un discurso nada efectista que ha aplicado a rajatabla.


Sin ir más lejos, siete de los once titulares que el pasado sábado derrotaron al Leganés en el Sadar son de la casa: el héroe Javi Flaño, Unai García, David García, Merino, Torres, Berenguer y Olavide. Una cifra que incluso se ha disparado a ocho en anteriores encuentros. La implicación y el conocimiento del entorno de estos jugadores son cualidades que valora sobremanera el entrenador. Y los resultados están respaldando la decisión.


El segundo mandamiento en el manual de Enrique Martín es la promoción de un sistema defensivo sólido. Desde el primer día de la pretemporada ha insistido en que el objetivo primordial es dejar la portería propia a cero. Un nuevo retorno a los orígenes del club. La lucha, el compromiso y la agresividad priman sobre el juego de toque que intentó aplicar Jan Urban el año pasado.

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