Los dos autos dictados la semana pasada por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) tomaban en consideración las medidas cautelares pedidas por los padres de los niños matriculados en el centro y autorizaban tanto su apertura como colegio, como su carácter de concertado.

Estas sentencias, que fueron recurridas el pasado viernes por el Gobierno de Aragón, obligan a Educación a afrontar los pagos comprometidos en el concierto: 1,3 millones este año y 10,6 hasta 2020.

Según los datos facilitados por el propio centro en agosto, para el curso 2015-2016 había matriculados 164 niños (45 para infantil, 85 para clases de primaria y 34 para secundaria). Esta cifra es ahora menor (se calcula que ronda los 120 niños) ya que algunos padres, ante la negativa de la DGA de autorizar la apertura del colegio y las dudas de que pudiera entrar en funcionamiento este curso, han preferido matricular a sus hijos en otros centros.

En cualquier caso, la cifra es inferior a la esperada por los promotores del proyecto. En principio, el Ánfora se planteó como un colegio que en su primera fase tendría 14 aulas: 4 de infantil, 6 de primaria y 4 de secundaria. De hecho, la orden publicada en el BOA el pasado 18 de junio, autorizada para el Ánfora 12 aulas concertadas (4 de infantil, 6 de primaria y 2 de secundaria). Esa cifra ya era inferior a la inicialmente comprometida por el anterior Gobierno autonómico (les preconcertaron dos aulas más de infantil, pero el número de niños matriculados para ese ciclo no las justificaba).

Aun así, y a la vista del reparto de alumnos inscritos en agosto, Educación avanzó al Ampa del Ánfora que difícilmente mantendrán ese número de aulas concertadas y que habría que agrupar clases. Aunque aún no se ha decidido cuáles serán ni de qué ciclos, parece probable que se unan las que solo cuentan con 6, 7, 8 o 9 niños. Hay que recordar que la ratio para infantil y primaria está fijada en 25 alumnos por aula como máximo y que esta es la media de los colegios de la zona.