El aprovechamiento sería de 5 metros cúbicos por segundo, con tres azudes, tuberías de 1,2 metros de ancho y de 3.200, 2.160 y 1.750 metros de longitud. Asimismo, para la evacuación de la energía se prevé modificar una línea de distribución que va de Plan a Lafortunada, aprovechando el trazado en la parte de su recorrido e incorporando un tramo soterrado de 825 metros y otro aéreo de 15 kilómetros entre San Juan de Plan y Gistaín.

El servicio provincial de Industria ha sacado a información pública el anteproyecto de la instalación y su estudio de impacto ambiental. La Asociación en Defensa del Piragüismo y los usos recreativos del agua (Aepira), junto con las federaciones aragonesa y española, hicieron pública ayer su preocupación, ya que el Cinqueta está "entre los mejores ríos españoles de aguas bravas y su cabecera es uno de los valles más espectaculares y salvajes de todo el Pirineo".

Fernando Alonso, portavoz de Aepira, denunció que el proyecto dejará al río con un exiguo caudal a lo largo de ocho kilómetros, además de incluir un tendido eléctrico aéreo de 15 para transportar la energía producida. Este discurre por una zona crítica para especies tan sensibles a las colisiones como el quebrantahuesos. "Esta obra secaría definitivamente el único tramo virgen que queda del río Cinqueta, engrosando la lista de ríos e ibones masacrados por la sobreexplotación hidroeléctrica en el Pirineo oscense", advirtió.

Además, los azudes para derivar el agua del río son, afirmó Alonso, "trampas mortales para la navegación de montaña en los escasos días en que el caudal no derivado la permitiera".

Según el representante de la asociación, la explotación afectaría a varios espacios de gran riqueza natural incluidos en la Red Natura 2000, como una zona ZEC en Chistau y el Parque Natural Posets-Maladeta y la zona ZEPA de Cotiella-Sierra Ferrera. Anunció que otros colectivos, como las asociaciones de pescadores, también han mostrado su oposición.