Parte de este recorrido se recuperó como vía verde pero a día de hoy solo es transitable la mitad: la parte catalana y la que discurre por la Comarca del Matarraña hasta Valdealgorfa. Es una seña de identidad en ambos territorios y en algunos municipios se sigue mejorando, como por ejemplo, en Cretas donde se continúa trabajando en la recuperación de la vieja estación como albergue.

Poco a poco se van completando tareas, porque tras el verano se espera que el tramo del Bajo Martín esté acondicionado ya que en la actualidad se trabaja en los 21 kilómetros que unen La Puebla de Híjar (Kilómetro 0 de la vía) y Samper de Calanda hasta el término municipal de Alcañiz. Las obras están prácticamente terminadas pero los promotores (Grupo Leader Adibama y ayuntamientos) han solicitado una prórroga al Fondo de Inversiones de Teruel hasta el 1 de septiembre. El retraso se ha debido a cuestiones burocráticas con ADIF. Una de las pasarelas que transita por encima de la actual línea de ferrocarril a Barcelona no está en buenas condiciones, de hecho, no está permitido cruzar por ella. Poder intervenir dependía de ADIF, la propietaria de la infraestructura viaria, y los permisos se retrasaron. El resto de intervenciones están concluidas incluida la señalización, que está preparada, y la restauración del acueducto de La Torica, uno de los monumentos del siglo XIX por los que discurre.

Para rehabilitarlo se destinaron 162.000 euros, de los que Adibama se hizo cargo de 130.000 y el resto, además de la conservación, corren a cuenta de los ayuntamientos. La Puebla es el único municipio con estación de ferrocarril, lo que permite la llegada de muchos ciclistas que, sin el tramo adecentado, ya se animaban a transitarlo. "Este tipo de turismo es una realidad y beneficia a muchos sectores como la hostelería o los servicios", dijeron desde Adibama.

Las cifras se cotejaron en reuniones con empresarios de la Terra Alta. En la Comarca del Matarraña y en las catalanas de la Terra Alta y Baix Ebre es una rentable realidad desde hace tiempo. Se calcula que 50.000 personas completan cada año su recorrido en bici. Otros optan por hacerla a pie o a caballo. También acuden personas de movilidad reducida e incluso patines.

Una vez que se permita circular por el tramo del Bajo Martín solo quedará por rehabilitar 24,9 kilómetros del camino entre Puigmoreno y Valdealgorfa, es decir, la parte que corresponde a Alcañiz. El Ayuntamiento dispone de un anteproyecto confeccionado en la anterior legislatura que cifra en 1,6 millones el presupuesto. Miguel Ángel Estevan, actual concejal de Turismo, lo definió como un "proyecto bandera" para los próximos cuatro años y confía en las diferentes vías de financiación que se solicitarán. "Me muevo mucho por el Matarraña y veo con mis ojos la cantidad de gente que viene a hacer turismo activo atraída por la Vía Verde. Es sencillamente espectacular", dijo. Una de las posibilidades es que el Ministerio de Agricultura lo incluya en el programa de Caminos Naturales de España y pueda contar con subvención europea. Para ello aseguró que antes de las elecciones generales de noviembre tiene previsto viajar a Madrid para presentarlo en el Gobierno Central. "También quiero establecer contactos con sectores implicados para que den su visión y también con agricultores", concluyó.