Con el movimiento antidesahucios convertido casi en su único ‘guardián de las esencias’, las últimas manifestaciones registradas en la capital aragonesa distan mucho de la capacidad de convocatoria y la tensión que tenían hace solo un par de años, algo que reconocen fuentes de estos movimientos. Un factor explica por encima de cualquier otro este hecho: la irrupción de Podemos tras las elecciones europeas, a nivel nacional, y la creación de candidaturas locales como la de Zaragoza en Común, hoy convertida en gobierno municipal, han deparado unas expectativas electorales en muchos de sus integrantes que, además, ahora permanecen atareados con diversas responsabilidades tras su llegada a las instituciones.

Si bien el periodo reciente de mayores manifestaciones se dio entre 2011 y 2013, las diferencias entre el año pasado y este son considerables: entre junio y julio de 2014, en Zaragoza fueron comunicadas a la Delegación del Gobierno 303 concentraciones, manifestaciones y diversos actos (de diferente tipo, no todos son políticos ni tampoco de izquierdas), cifra que se reduce a 125 en el caso del mismo periodo de 2015, justo después de las elecciones que sirvieron para aupar a ZEC a la alcaldía y que iniciaron un nuevo panorama en las Cortes, con los 14 diputados de Podemos convertidos en clave a la hora de apoyar al presidente, el socialista Javier Lambán.

Las fuentes consultadas aseguran que se trata de un periodo de "reflujo" posterior a años muy intensos, que las mareas verde (de educación) o blanca (de la sanidad) podrían volver a reactivarse en función de cómo resulte la gestión de los socialistas en el Pignatelli y que las elecciones de noviembre marcarán el futuro inmediato. "Hace dos años, cada tres o cuatro meses había una manifestación significativa y ahora eso no se produce, estamos en un contexto mucho más complicado para que una movilización tenga éxito, pero todo es cuestión de ciclos", señala el sociólogo Javier Gimeno. ¿Volverá la izquierda a salir a las calles como de costumbre o seguirá la calma que precedió a las últimas elecciones, con una ausencia casi total de sus movilizaciones?

Mientras tanto, y pese a que la "emergencia social" que denuncian sigue vigente, en las calles y plazas de Zaragoza no se escuchan los megáfonos.