Cinco años al servicio de los jóvenes

La biblioteca Cubit, ubicada en la antigua azucarera del Arrabal, está de aniversario. Este innovador espacio cuenta con un fondo de 27.000 títulos y casi 4.000 socios activos.

Con un original diseño, Cubit ofrece, además de libros, música, series, videojuegos y revistas.
Con un original diseño, Cubit ofrece, además de libros, música, series, videojuegos y revistas.
FRANCISCO JIMÉNEZ

Hace cinco años, abría sus puertas en Zaragoza, en la antigua azucarera del Arrabal, la primera biblioteca de jóvenes de España. Con el nombre de Cubit, este espacio atípico y alejado del concepto tradicional de biblioteca comenzaba su andadura con el objetivo de convertirse en un punto de referencia para la población de entre 12 y 30 años. Ahora, un lustro después, sus responsables celebran, si no el haberlo logrado, al menos ir por el buen camino.


Con más de 1.000 metros cuadrados, esta biblioteca "del siglo XXI" se convirtió en el cuarto espacio de estas características que abría la Fundación Bertelsmann, después de los de Dresde (Alemania) y Wroclaw y Olstzyn (Polonia). Diseñado por el arquitecto alemán Christian Schmitz, el edificio es un cubo que quiere evocar el volumen de un azucarillo inmerso en la antigua azucarera del Arrabal. En las tres plantas que alberga en su interior, casi 27.000 títulos pretenden satisfacer las necesidades "de un público que no encontraba lo que quería en otros templos del saber", señala la bibliotecaria de Cubit, Inmaculada García.


En sus inicios fueron 15.000 los títulos que Cubit ofrecía, pero con el paso de los años se ha ido ampliando el fondo bibliográfico, gracias –en buena parte– a las "donaciones de los propios socios y usuarios de la biblioteca", explica García. Los fondos están organizados en 15 grandes grupos temáticos, "siguiendo los gustos y tendencias de la juventud actual", de forma que además de música, cine o idiomas, quien se acerque a Cubit también encontrará unas secciones dedicadas al empleo, la salud, la formación, espacios verdes, nuevas tecnologías o viajes. En sus fondos también hay series, videojuegos y hasta 2.000 cómics, ordenados según el país de procedencia del autor.


Pero no solo la forma de ordenar su fondo bibliográfico es innovadora. Cubit fue concebido como un espacio donde el silencio no está permitido. "Quien quiera venir a estudiar unas oposiciones no encontrará el ambiente adecuado", dice Inmaculada García. "Aquí la gente habla, se escucha música, se juega... Es un lugar hecho por y para los jóvenes", añade.

Un balance positivo

Y este nuevo concepto de biblioteca, ¿ha tenido calado entre los jóvenes zaragozanos? Inmaculada García asegura que sí, que el balance que hace después de cinco años es "más que bueno". "La aceptación en el barrio ha sido fantástica. Nos ha ayudado el hecho de que en La Jota no había servicio de biblioteca, pero hemos recibido jóvenes de todos los distritos postales de la ciudad. Tenemos casi 4.000 socios activos; no nos podemos quejar", dice.


Su éxito ha sido tal que espacios de distintos puntos de la geografía española se han interesado por Cubit. "Han venido a visitarnos o han requerido información e incluso algún cursillo profesional desde la Hoya de Huesca, Alcañiz, e incluso, Mallorca, pasando por San Sebastián, Ciudad Real o Burgos", indica García.


Sintiendo los deberes cumplidos, Inmaculada García solamente espera poder celebrar muchos más cumpleaños y "unir fuerzas con otros servicios de la ciudad que también trabajan con jóvenes".

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