"Intento aportar recursos al lector para la reflexión"

¿Qué debe de tener un buen artículo de opinión?

Primero, observación del entorno cotidiano. Me gusta que mis columnas se hagan eco de lo que pasa a mi alrededor. Y, además, tienen que servir para aportar algo al lector. Lo que construyes tiene que crear opinión y criterio. Uno de mis objetivos prioritarios es aportar recursos al lector para la reflexión.

Colabora semanalmente con HERALDO desde 2010.

En una primera fase hubo artículos en los que hablaba de cultura, pero, en el último año y medio, me he centrado en la actualidad. Sentí una llamada a la responsabilidad. Ví que la gente tenía otras prioridades, que tenían que ver con el paro, la tristeza social por no saber qué va a pasar con tus hijos. Eso marcó un punto de inflexión. Curiosamente, es cuando ha habido más ‘feed-back’ con los lectores. Intento escribir opinión desde el sentido común. Hay otras perspectivas para mirar lo que ocurre en el entorno social.

¿Y es complicado plasmar todas estas ideas en un texto de tan solo 2.190 caracteres?

Es un buen ejercicio de uso de la palabra, y te obliga a concretar mucho el mensaje. No te puedes perder en generalidades. Es todo un reto para mí.

¿Qué se plantea a la hora de enfrentarse a estos artículos?

Mis columnas parten de un planteamiento, para que el público sepa a qué te refieres o incluso se informe de lo que ha ocurrido; una gestión de esa opinión, donde maduro el porqué, el cómo y el para qué; y un mensaje final.

Siempre termina sus textos con una interrogación.

Es mi seña de identidad. La pregunta es como devolver al lector una parte de responsabilidad, conciencia, libertad y también de reflexión. Me gusta que mis columnas sean un despertador de conciencias. La pregunta es como un aldabonazo, llamar al timbre, de la conciencia del lector: “Yo te he contado lo que pienso e intento aportar esto y tú...”. El lector tiene un papel activo.

¿En qué pone el foco?

Aragón es un ‘leit motiv’ al que le dedico la mayor parte de mis columnas. Me interesa y preocupa la construcción de un Aragón potente, como un territorio que sea bien tratado en la escena nacional. Detrás de cualquier situación, acontecimiento, problemas... hay personas. Lo que busco es dirigir mi atención hacia la gente, que es la que construye ese territorio.

¿Qué otros temas aborda?

Dedico mucho espacio a la observación de los acontecimientos de la política social, nacional. Desde las elecciones a cuestiones del día a día. Qué pasa con la educación la sanidad, el medio ambiente... El denominador común tiene que ver con la actualidad. No es una perspectiva meramente personal o literaria o romántica.

Esa actualidad da para muchos artículos.

Hay semanas en las que me junto con tres o cuatro posibilidades de temas para las columnas y es necesario seleccionar. La actualidad te da muchísimo material para poder establecer tu opinión.

¿Con qué artículo se queda?

He dedicado varios textos a hablar de la corrupción. Recuerdo, por ejemplo, el titulado ‘No os perdonamos’, que apareció el 1 de noviembre. O aquellos que se han centrado en la reivindicación de las cosas pendientes en Aragón.

¿Intenta plasmar el sentir de la sociedad?

Me gusta escribir sobre algo que le sirva al mayor abanico posible de personas. Y eso te obliga más. La opinión es un compromiso. Dedico mucho tiempo a trabajar la columna a lo largo de la semana. Es un privilegio poder tener un foro donde expresarte pero, al mismo tiempo, conlleva una gran responsabilidad.

Ha publicado más de 40 libros y es Premio de las Letras Aragonsesas 2014. ¿Qué significa este reconocimiento?

Además del agradecimiento que siento y del espaldarazo maravilloso que supone, es un compromiso mantener ese título con dignidad y llevar el nombre de Aragón por todos los sitios. Soy una autora que escribe en todos los géneros literarios y, para mí, poder viajar por todos ellos es un auténtico placer.

¿Cuál es su siguiente proyecto?

En octubre publico una nueva novela: ‘La última heredera’. La acción se sitúa en siglo I antes de Cristo y recoge los rituales precristianos que han configurado la cultura mediterránea. Investigo y recreo esa historia heredada de Alejandro Magno, que había entendido el Mediterráneo como un todo.