Echenique avisa al PSOE de que el pacto de investidura no es "un cheque en blanco"

A la espera de que este fin de semana se confirme el apoyo de los inscritos a este pacto –Echenique aseguró que no contemplan un ‘no’–, el líder de Podemos defendió que el decálogo que exigió su formación incluye "compromisos vinculantes". No obstante, no cuantificó cuánto costaría aplicarlos. Solo se limitó a decir que algunos son "gratis" y otros, como el impuesto a las hidroeléctricas, implica ingresos.

Tampoco lo hizo la secretaria de Organización del PSOE y diputada, Pilar Alegría, que instó a ser "realistas" puesto que el presupuesto de la DGA es el del Gobierno de Rudi y se deberán acometer modificaciones de crédito, para las que reclamó el apoyo de Podemos. En cualquier caso, emplazó primero a conocer "los números reales" del Gobierno. Y avanzó, consciente de la debilidad del futuro Ejecutivo del PSOE,–tiene el respaldo de solo 18 de los 67 diputados– , que la próxima legislatura precisará de "acuerdos, diálogo, consenso y mucho debate". Por su parte, Echenique anunció que su formación hará una oposición "vigilante, constructiva y contundente".

Pese a la importancia del acuerdo, ayer, no hubo escenificación ni foto de los dos líderes. De hecho, el secretario general del PSOE, Javier Lambán, no hizo declaraciones. Sí coincidieron socialistas y nacionalistas, que ayer iniciaron las negociaciones. Los dos diputados de CHA son decisivos para dar la presidencia de la DGA a Lambán. El presidente de CHA, José Luis Soro, no descartó incluso que su formación integre el Ejecutivo autonómico aunque dejó claro que no es su "objetivo". Insistió en que solo apoyará una mayoría de izquierdas, un gobierno "estable" y "sin fecha de caducidad", y defendió que el pacto de investidura "no se agota en el acto de investidura sino que supone una acción de gobierno durante cuatro años".

Por su parte, la diputada de IU, Patricia Luquin, anunció que las conversaciones con el PSOE comenzarán el lunes, el mismo día que se producirán las rondas de consultas con los partidos por parte del presidente de las Cortes. Luquin también dejó claro que en la investidura "no acaba nada, empieza todo". "Hay cuatro años en los que aplicar las políticas", dijo.