Dos tripulantes salvan la vida tras estrellarse su ultraligero en la montaña de Gistaín

Una mujer de 36 años y un hombre de 60, de Asturias, sufrieron fracturas y quemaduras graves al incendiarse el aparato.
Se dirigían al campo de vuelo de Castejón de Sos por una ruta poco frecuente.

La Guardia Civil evacuó a los dos heridos con sendos ciclos de grúa.
La Guardia Civil evacuó a los dos heridos con sendos ciclos de grúa.
guardia civil

Dos tripulantes sufrieron ayer heridas y quemaduras graves tras estrellarse su ultraligero en una ladera del monte de Gistaín, en el valle de Chistau, pero lograron salvar la vida. Los accidentados consiguieron salir de la aeronave antes de que se incendiara por completo y pedir ayuda a la Guardia Civil, según informaron desde la Comandancia de Huesca. Los heridos son un hombre de 60 años, F. D. B. M. L. P., y vecino de Arriondas (Asturias) y una mujer, N. P. J., de 36 años y vecina de Luarca (Asturias), que sufrió quemaduras hasta en un 20% de su cuerpo, pero no se teme por su vida. Su destino era el campo de vuelo de Castejón de Sos, adonde habían llamado en los días previos para preguntar por las previsiones meteorológicas.


Los propios tripulantes dieron el aviso a las 9.10 de la mañana de que habían sufrido un accidente. Inicialmente se localizó entre los términos municipales de Castejón de Sos, El Run y Sahún, en el valle de Benasque, al que se dirigían, pero todavía no habían llegado allí. Ambos lograron salir del aparato por sus propios medios, pero debido a las heridas que sufrían y a lo escarpado del terreno, no podían moverse del paraje conocido como Fener Mayor.


De hecho, sufrieron quemaduras puesto que el aparato, con matrícula ECDO-8, se incendió tras el impacto y quedó completamente carbonizado. Por ello, los bomberos de la Comarca de Sobrarbe acudieron hasta la zona para extinguir el fuego.


El Grupo de Montaña de la Guardia Civil de Boltaña, el helicóptero con base en Benasque –que se encontraba en otro rescate– y el médico del 061 acudieron al lugar del accidente donde los heridos recibieron la primera atención médica. Después, ambos fueron evacuados con sendos ciclos de grúa y fueron trasladados en helicóptero de la Guardia Civil hasta la localidad de Plan.


Desde esta población del mismo valle de Chistau, el helicóptero del 112 trasladó a la mujer, que revestía mayor gravedad, hasta el Hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde está siendo atendida por las diversas fracturas y quemaduras de pronóstico grave en un 20% de su cuerpo, según informaron desde dicho centro sanitario. No obstante, su vida no corre peligro. Tampoco la del hombre, aunque igualmente sufrió quemaduras y heridas de diversa consideración. Este último fue evacuado a la helisuperficie de Benasque y, desde allí, en uvi móvil. En torno a las 16.00, llegó al mismo centro hospitalario de la capital aragonesa que su compañera.


En el campo de vuelo de Castejón de Sos aguardaban su llegada porque el herido había llamado en dos ocasiones para interesarse por las instalaciones y por las condiciones de la zona, según informó ayer Gerardo Bielsa, el presidente del Aeroclub Castejón de Sos.


No obstante, lo que no esperaban es que entraran al valle de Benasque desde el de Chistau, por el collado de Sahún, ya que la orografía del terreno exige volar a una altura mayor y los motores de explosión de los ultraligeros pierden prestaciones, comenta Bielsa, aunque aclara que no sabe las causas del accidente y que quizá la altura no influyó. Con todo, lo habitual es acceder por La Fueva, Graus o Campo, por el sur. No obstante, su impresión es que se trata de un piloto experimentado.

Apenas hay accidentes

Bielsa se enteró al mediodía del suceso, cuando inicialmente se pensaba que el accidente había ocurrido en el valle de Benasque, e intentó localizar de inmediato a todos los pilotos que había por la zona, ya que a los nueve aparatos que habitualmente hay en el hangar en los últimos días se habían sumado cuatro o cinco más de turistas que aterrizaron en el campo de Castejón para pasar unos

días. El presidente del aeroclub desconocía si los heridos iban a pernoctar en la zona, aunque sabía por las conversaciones telefónicas que habían mantenido que su intención era dirigirse hacia la Seu d’Urgell y después a Gerona.


Gerardo Bielsa defiende que la actividad es segura y que es poco frecuente que haya accidentes con consecuencias graves, ya que habitualmente se vuela a una altura que permite maniobrar aunque falle el motor. En este caso, desconoce las causas pero también indica que si en lugar de ser un ultraligero, con el que se aterriza a 60 o 70 km/hora, hubiera sido una avioneta, seguramente las consecuencias hubieran sido "catastróficas". No obstante, recuerda que hace cinco años fallecieron una pareja de franceses al estrellarse con su avioneta muy cerca del lugar del accidente de ayer. Con todo, dice que el vuelo en montaña tiene sus particularidades que no todos los pilotos conocen.


"Aquí volamos todos los días, al año hacemos miles de horas de vuelo y compartimos espacio aéreo con los parapentes, y no hay accidentes", asegura Gerardo Bielsa, presidente del Aeroclub Castejón de Sos, que comparte instalaciones con el Aeroclub Aviadores de Montaña de Aragón, gestor del campo.

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