El club inició la campaña haciendo borrón y cuenta nueva tras una temporada aciaga en la que el equipo, sumido aún en la decepción de haber perdido la categoría de plata el año anterior, no logró ni siquiera clasificarse para el ‘play off’ (acabó 7º a tres puntos de la promoción) llevándose por delante hasta tres entrenadores: Pablo Alfaro, David Amaral y David Navarro.

En verano llegó Luis García Tevenet, después de un buen año en el Cartagena. La plantilla se renovó casi por completo y aunque en las primeras semanas de competición volvieron a surgir dudas por los resultados, en la jornada número 12 ya entraron en ‘play off’, unos puestos que prácticamente ya no abandonaron en el resto de la temporada.

En la primera vuelta llegó a encadenar once jornadas seguidas sin conocer la derrota, pero el récord más importante llegó en la segunda al sumar hasta siete victorias seguidas justo después de caer al 5º puesto (fuera del ‘play off’) con su derrota ante el Toledo. Tras un sufrido final de liga, certificó el liderato en la última jornada ante el Bilbao Athletic. Un gol de Mainz a 5 minutos del final le permitió proclamarse por primera vez en la historia campeón de Segunda B.

El liderato dio al Huesca la oportunidad de lograr el ascenso directo en una primera eliminatoria contra el histórico Nástic de Tarragona y aunque tanto en la ida como en la primera parte de la vuelta los oscenses ganaron a los puntos a los catalanes, la suerte le esquivó y dos goles y una expulsión en pocos minutos obligó a aplazar el sueño del ascenso. Pese al varapalo, el equipo se levantó de nuevo y ante el Racing de Ferrol hizo una exhibición. Ayer puso la guinda a un año de intenso trabajo consiguiendo el ascenso a la segunda, que también vale.