El cambio de tuberías de la plaza de Europa bloqueará seis meses un punto crucial para el tráfico

Los trabajos, que irán del paseo de María Agustín a Valle de Broto, comenzarán a finales de agosto y costarán unos 3 millones de euros.

El nuevo edificio se situará en la plaza Europa
El cambio de tuberías de la plaza de Europa bloqueará seis meses un punto crucial para el tráfico
HA

Una de las grandes obras que aprobó in extremis el gobierno de Belloch comienza a tomar forma. Esta semana se constituirá de forma urgente la mesa de contratación de unos trabajos hercúleos, la renovación de las tuberías desde el paseo de María Agustín y hasta Valle de Broto, que previsiblemente comenzarán a finales de agosto.


Era esta una de esas intervenciones que las sucesivas corporaciones habían ido posponiendo –pasándose del uno al otro la patata caliente– por los problemas de tráfico que a buen seguro generarán las obras. Los trabajos de abastecimiento, aunque necesarios, no lucen como les gusta a los próceres y la actual urgencia se debe a que el Consistorio no puede dejar perder una subvención de hasta el 80% de los fondos de cohesión de la Unión Europea.


Las tuberías que también atraviesan la plaza de Europa y el puente de la Almozara, tan abonadas a los reventones veraniegos, cambiarán por completo a lo largo de los próximos seis meses. La inversión de mejora en el subsuelo es de las más relevantes de los últimos años y, aunque los servicios de Infraestructuras calcularon un precio de licitación de 4,8 millones de euros, finalmente las obras se adjudicarán por cerca de la mitad. Este es otro de los problemas que han venido demorando las obras porque al presentarse ofertas con bajas temerarias (con recortes mayores al 35%), la administración requiere justificaciones y un mayor plazo de publicidad.

Canalizaciones históricas

Pero, ¿en qué va a consistir las obras y qué consecuencias tendrán? Se van a cambiar, entre otras, la tubería más ancha que existe en Zaragoza: transcurre por el cajón central del puente de la Almozara y tiene 1,4 metros de diámetro. Actualmente está sin uso pero durante años llegó a distribuir hasta el 60% del abastecimiento de agua de la margen izquierda. Aunque el suministro está garantizado gracias a otras tuberías alternativas que cruzan el Ebro por el puente de Giménez Abad o el de la Unión, recuperar la gran tubería de La Almozara se considera fundamental.


Los trabajos se harán en dos subtramos, que se han sacado a concurso por separado aunque se trabajarán en paralelo. Una parte es la que va de María Agustín a la plaza de Europa –la más costosa y complicada– y otra, la que conecta Valle de Broto y la avenida de Ranillas con el puente de la Almozara, que ya ha sido adjudicada a Construcciones Iberco y cuyo contrato se firmará esta semana.


La primera es en la que más problemas de tráfico se auguran, si bien hay una zona (el ramal de Sierra de Vicort) que resulta más sencilla. La idea original pasaba por comenzar la intervención a comienzos de verano «para minimizar las afecciones», pero el leve retraso hasta agosto evitará la coincidencia de esta obra con los flecos que quedan de la operación asfalto y que también generan pequeños atascos y desvíos.


El área de Movilidad tendrá que hilar fino para que las afecciones al tráfico sean las mínimas posibles, aunque en la presentación de los trabajos se dio a entender que algunas arterias como el paseo de Echegaray, la avenida de Navarra, el Portillo o el Segundo Cinturón podrían sufrir retenciones.

Nueve metros de profundidad

Las tuberías que se van a cambiar son de los años 60 y 70 del siglo pasado y están fabricadas en hormigón armado con camisa de chapa y juntas soldadas, piezas metálicas que fallan debido a la corrosión. Ahora, a lo largo de kilómetro y medio de recorrido, se instalarán otras de fundición dúctil, cuyo mantenimiento da menos problemas. Además, las nuevas se colocarán a una profundidad más superficial, dado que las que tienen que sustituirse están –ni más ni menos– que a nueve metros de profundidad, lo equivalente al tamaño de un edificio de tres plantas.


Las brigadas tendrán que abrir enormes zanjas porque, según explican los responsables del departamento de Conservación y Explotación de Infraestructuras, cuando se instalaron aquellas tuberías no existía la plaza de Europa como se configura en la actualidad y las cotas de la rasante eran diferentes.


La única intervención semejante, a tanta profundidad, que se ha completado en los últimos años fueron las obras de vialidad de la calle Canfranc en 2011, en las que se sustituyeron canalizaciones que ya aparecían en los planos de 1907. Aunque lo habitual es que las brigadas desarrollen su trabajo a 4,5 metros de profundidad, las tuberías soterradas bajo la plaza de Europa obligarán –probablemente– a hacer un primer talud a un par de metros y excavar los otros siete en vertical. Las empresas que resulten adjudicatarias tendrán que prever también cómo seccionar las tuberías dado que su enorme peso (más de 3.000 kilos) las hace poco manejables.


Según calculan en el área de Infraestructuras, de los 1.288 kilómetros de tuberías del subsuelo urbano apenas quedan pendientes de renovar 290 kilómetros.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión