¿Qué significa ser figura?

Orfeo Suárez indaga en 'Los cuerpos del poder, en el vínculo del deporte y el periodismo y la sociedad.

Nadia Comaneci, la gran gimnasta rumana que logró el primer diez en un ejercicio gimnástico en toda la historia.
¿Qué significa ser figura?
Efe

En la pasada Feria del libro de Zaragoza el periodista Orfeo Suárez, presentaba ‘Los cuerpos del poder. Deporte, política y cultura’, de editorial Corner, una obra producto de las tres pasiones del autor: el deporte, la literatura y el periodismo. Recordando una frase de Camilo José Cela, "La más noble función de un escritor es dar testimonio, como acta notarial y como fiel cronista, del tiempo que le ha tocado vivir", esto es precisamente lo que el autor hace sobre sus páginas.


Sus viajes como periodista deportivo, sus entrevistas a mitos del deporte y su presencia en grandes eventos deportivos le han llevado a apartar la mirada de la mera crónica deportiva, y su pluma del balón, del alboroto de las gradas, de los lectores expectantes y deseosos de conocer y saborear los éxitos de sus ídolos. El recorrido del libro transcurre a lo largo de nueve relatos en los que se acerca más al deportista, al líder, al ídolo que mueve masas y genera pasiones, que encierra una vida cargada de historias humanas muy sensibles y del que otros quieren aprovechar la situación y sacar un rendimiento político o reafirmar unas creencias religiosas.


Y si la guerra es "la continuación de la política por otros medios", que decía Von Clausewitz, Orfeo Suárez hace una nueva versión de la célebre frase para llegar a decirnos que el deporte es un instrumento político de primer orden y que es nada menos que la continuación de la política por otros medios. La política y los políticos lo utilizan, lo manipulan y se sirven de él para intereses espúreos, convirtiendo en muchos casos a los deportistas de élite en propagadores de sus ideas, de sus políticas y de sus intereses económicos, algo muy común a lo largo de los últimos años. Los valores del deporte como recurso educativo, tal como los queremos transmitir a niñas y niños en los colegios, se convierten en contravalores que se generan en su entorno: manipulación de deportistas, vidas secuestradas por los entrenamientos, vidas amputadas profesionalizando su niñez, corrupciones, tramas o mentiras. Han convertido a sus grandes héroes nacionales en rehenes de una nación, de una religión, de un himno, de un escudo y de unos colores, por el hecho de que la situación política del país lo requería, porque necesitaban campeones para ensalzar sus glorias o tapar sus penurias, o a que su religión necesitaba campeones. No todos fueron sumisos, también nos cuenta las historias de los que supieron rebelarse, renunciar, desertar o hacer ellos mismos de sus propios éxitos los éxitos de la causa.


Orfeo Suárez ha sabido contarnos y provocar con gran maestría periodística a través de sus entrevistas y contactos con personajes como Maradona, Nadia Comaneci, Anatoli Karpov, Cassius Clay, Said Auita, Niurka Montalvo Davor Suker o Javier Sotomoyar, entre otros, un gran debate intelectual crítico no ya con el hombre deportista sino con el personaje que a lo largo de su vida sufre el acoso de los políticos o colabora con ellos haciendo de sus éxitos la bandera de los países. Han contemporizado con la historia y la evolución política de sus países siendo los grandes referentes, y, en muchos casos, poco o nada les importaba la libertad política o religiosa, su vida o la de sus familias


Nunca los grandes acontecimientos deportivos mundiales han sido ajenos a la política, ni sus magnates indiferentes; se han movido por intereses políticos o económicos. Josep Ramoneda, que prologa el libro, afirma que "un deportista de élite es hoy un producto sometido a sofisticadas técnicas de entrenamiento, que entra en el mercado deportico revalorizado con elementos de carácter simbólico, que tienen que ver con lo mediático y con lo político". Y añade que cuando hay grandes eventos deportivos, con numerosos medios de comunicación por el medio, las tribunas y palcos de honor se llenan de dirigentes políticos. El deporte y sus deportistas hacen en muchos casos de cortinas de humo, pueden tapar errores o reforzar políticas, desviar atenciones y preocupaciones. Y parafraseando a Amos Bronson Alcott, hay que decir que el libro de Orfeo Suárez ‘Los cuerpos del poder’ es uno de esos libros que el lector lo abre con expectación y se cierra con provecho.