El ruido del mundo y de la memoria

El Centro de Historias acoge a Steven Schapiro y a Ángela Bonadies y Tito Caula.

Detalle de una famosa foto con Nico, Andy Warhol y Lou Reed.
El ruido del mundo y de la memoria
Steve Schapiro

El privilegio de contemplar tiene que ir ligado a la facultad de narrar. La elección del momento exacto en el que se acciona el disparador de la cámara define la capacidad o no de un fotógrafo de testimoniar la memoria que pertenecerá a la historia.


Steve Schapiro (Estados Unidos, 1934), se encuadra en la categoría de esas artistas que tienen el talento de saber mirar y convertir su fascinación en la custodia del tiempo. La exposición constituye una particular retrospectiva centrada en sus trabajos fechados entre las décadas de los sesenta y ochenta. Se distribuye en cuatro bloques que abarcan desde los peculiares retratos a personalidades del espectáculo, el deporte, la literatura o la música; pasando por una de sus facetas más sobresaliente como es el fotoperiodismo; sus imágenes de Andy Warhol y la Velvet Underground, para terminar con instantáneas icónicas de las películas ‘El Padrino’ y ‘Taxi Driver’. Documentos que describen un tiempo reconocible.


La exposición, enmarcada dentro del certamen PhotoEspaña, se inicia con el apartado ‘Iconos’. Retratos que muestran la complicidad con el fotógrafo. La mirada, el gesto o la actitud desenfadada está sumamente cuidada, sin embargo el fotógrafo va más allá extrayendo esa imagen que suscita un impulso de espontánea naturalidad como la fotografía de 1961 en la que el actor Yves Montand está leyendo un periódico en una calle de Nueva York, mientras dos mujeres vuelven sus cabezas sorprendidas ante la presencia del actor. El retrato de la sociedad estadounidense no solo es el reflejo de quienes han logrado la notoriedad sino también de los movimientos sociales y políticos, en los que Schapiro desarrolla su fotoperiodismo. Destaca la América real de los trabajadores inmigrantes de Arkansas, con la fotografía de Jaqueline Kennedy en un baile de gala en Bostón en 1967.


Encuadres distintos donde el contexto y la luz se focalizan en el esfuerzo o la notoriedad de un personaje en un enjambre de apariencias de oropel. La parte final de la exposición se centra en dos de sus trabajos para estudios cinematográficos de Los Ángeles. Las cintas elegidas son ‘Taxi Driver’ de Martin Scorsese y ‘El Padrino’ de Coppola. Las fotografías fechadas en 1976 y 1971, constatan la trascendencia fijada en el gesto de una secuencia.


Bonadies y Tito Caula


La memoria se plasma en imágenes. Y los cambios se certifican en el presente. La fotógrafa Ángela Bonadies (Venezuela, 1970) comenzó en 2009 a trabajar con archivos fotográficos. En 2012 inició un estudio sobre la obra de Tito Caula (Argentina, 1926- Venezuela, 1978) que en un principio tenía como finalidad la publicación de un libro.


Sin embargo la riqueza de un lenguaje en el que estaban presentes el paisaje urbano, el retrato, la publicidad o el fotoperiodismo, le llevó a un proyecto de revisión de más de ochenta mil negativos que se transformó en una mirada trasversal entre ambos fotógrafos. Esta exposición forma parte del certamen Photoespaña, en el que Zaragoza vuelve a ser incluirse en las ciudades sede fuera de Madrid.


Tito Caula emigra de Argentina y se establece en Caracas en la década de los sesenta donde fundó el estudio de arte y fotografía publicitaria Artyphot. Recibió muchos encargos aunque no por ello dejó de lado su faceta de autor, marcada por una mirada reflexiva ausente de anecdotismo y una demostración de excelencia técnica. En la exposición, las fotografías de Caula son revisionadas por Bonadies tendiendo un puente que rompe el espacio tiempo. Un guiño a la propia profesión sienta las premisas.La fotografía en blanco y negro Modelos (1970) de Caula, presenta a ocho mujeres de distintas edades que adoptan distintas posturas con una cámara en la mano. A su lado la traslación contemporánea de Bonadies, compuesta por un mosaico de pequeñas instantáneas a color en las que personas anónimas han sido captadas mientras realizaban una fotografía. Una reflexión que cuestiona que se busca a través de la cámara. Caula, con su cámara Graflex, almacenó todo tipo de situaciones, tanto preparadas como improvisadas. Entre las primeras destaca por su encanto e innovación las destinadas a publicidad.


El paisaje urbano tiene un destacado protagonismo. Caula transcribe una crónica de una ciudad despojada en muchos casos de referentes que tiene su traslación en ‘Desde la torre’ (2012) de Bonadies. Un territorio concreto, Caracas, que Caula describe utilizando los edificios como punto de fuga o como estructuras geométricas divergentes trazadas por el cruce de autovías elevadas Una singular metáfora de una trivialidad intemporal.