Nadal amenaza a Nadal en París

El balear afronta Roland Garros después de completar su peor inicio de temporada en más de una década.

Por encima de sus rivales –Djokovic–, de las dificultades que ha arrastrado con su derecha, de su problema de resultados, de las dudas nunca vistas hasta ahora en él, incluso por delante del ambiente hostil que suele encontrarse en la central de Roland Garros, la principal amenaza para Rafael Nadal en París se llama Rafael Nadal.


Sus incógnitas, sus sensaciones, su confianza y su falta de victorias importantes antes de llegar a las citas del año, la que ya ha comenzado en la capital francesa. Afortunadamente para él tiene un debut, a priori, asequible: el francés Quentin Halys, de 18 años y 304 del mundo.

Muchos pensarán que una victoria de Nadal sería algo milagroso, que se trataría de algo nadaliano. Porque llega en su peor momento en los últimos años. Ha completado el peor arranque de temporada de la última década, con único título sobre arcilla (Buenos Aires). De hecho, nunca ha afrontado Roland Garros con peor clasificación –el séptimo en la ATP–, ni siquiera en 2005 cuando ganó su primer título con apenas 19 años. No es un bagaje precisamente esperanzador para ir a por su décimo entorchado. Pero París es otra cosa. Es el patio de recreo de Nadal, donde pasó de niño a hombre, de promesa a estrella, donde ha vivido sus mejores momentos un año tras otro. Así hasta nueve veces. Así hasta conseguir 66 triunfos y una sola derrota. Así hasta convertirse en el tenista más grande de todos los tiempos sobre tierra batida.


Donde muchos ven arcilla, barrizal, lentitud y problemas indescifrables, él ve luz, éxitos, soluciones y una cascada de sentimientos positivos que le acompañan. De ahí su pasado glorioso. "Pediría tener la energía y las piernas de 2005", responde el de Manacor cuando le preguntan que le pediría al Nadal que ganó por primera vez en París. "Este año es diferente.


Otros años tenía que mantener lo que traía hasta aquí, porque había logrado muchos triunfos. Pero ahora sé que con eso solo no lo voy a conseguir, voy a tener que hacer algo más", añade el balear.


Apoyos no le faltan para que levante el ánimo. "Espero en cierta forma que Nadal pueda llevarse su décimo Roland Garros. Se lo merece", confiesa Federer. "Nadal nunca ha dejado de jugar su mejor tenis en París. Ha perdido solo un partido en su carrera", afirma Djokovic. Y es el serbio uno de los grandes escollos del pupilo de Toni Nadal.


En París, la batalla es todos contra la bestia: 127 tenistas a por Novak Djokovic. Intratable esta temporada, número uno del mundo indiscutible, el serbio está ante su gran reto: ganar el único grande que le queda por conquistar.