"Nunca toqué al crío, ni siquiera lo ponía a hacer pis"

La fiscal pide cuatro años de prisión para un hombre por supuestos tocamientos al niño que cuidaba.

La Audiencia de Zaragoza juzgó ayer a Ángel M.G., un vecino del grupo de viviendas de Alférez Rojas para quien la Fiscalía pidió cuatro años y medio de prisión como presunto autor de los abusos sexuales sufridos por un niño, hijo de unos amigos y al que el hombre acompañaba en ocasiones al colegio y al parque. Los padres denunciaron la supuesta agresión el 7 de julio de 2013, después de que el pequeño, que entonces tenía solo tres años, les asegurara que "Angelito" ­–como apodaban cariñosamente al procesado– "le había tocado la colica". El presunto pederasta, de 50 años, negó desde el principio cualquier tocamiento, pero la instrucción del caso siguió adelante y ha acabado sentado en el banquillo de los acusados.


"Nunca toqué al crío, ni siquiera lo ponía a hacer pis", declaró Ángel M. G. a preguntas del ministerio fiscal. "Yo vivía justo debajo del piso de los padres y tenía muy buena relación con ellos. Les hacía favores en el bar y en ocasiones llevaba al chaval al colegio o al parque", añadió.El hombre aseguró que "nunca" estuvo solo con el niño en la vivienda familiar e indicó que este es "bastante movido y travieso".


Tanto el padre como la madre del menor reconocieron que se quedaron "paralizados" al escuchar decir a su hijo que el acusado le tocaba los genitales. "Recuerdo que me llamó mi mujer cuando estaba trabajando en el bar, pero lo dejé todo y subí corriendo a casa. No me lo podía creer, pero le pregunté al chico y me volvió a decir lo mismo. Lo repitió después antes los agentes de la Policía", manifestó el progenitor. Este salió a la calle en busca del presunto pederasta, pero no lo encontró, porque que este había sido advertido de lo que ocurría y ya se había desplazado a la comisaría de Policía. "Lo hice porque me dijeron que Alberto –el padre del niño– me quería matar", declaró ayer. Pero lo cierto es que fue él quien acabó detenido por presuntos abusos.


Los vecinos recordaron ayer que Ángel M.G. lleva "toda la vida" en el barrio y que todos les ayudan con lo que pueden. "Ha jugado siempre con los niños, pero nunca les ha hecho nada", explicaron varios de ellos.Según la psicóloga Cristina Andreu, que exploró al chico, este solo decía que le habían tocado el pene, sin poder aclarar ni cómo ni cuándo.