David Calvo Rodrigo es profesor de Filosofía en el Instituto de Educación Secundaria ‘Bien de Interés Cultural’, de La Almunia de doña Godina, y se empeñó en que alumnos de primero de bachillerato y de 4º de ESO, a los que suele explicar la historia de los españoles en los campos de concentración, pudieran verla con sus propios ojos. Y las familias de ocho de ellos aceptaron que fueran a Mauthausen (Austria) en un viaje que costaba 700 euros y en el que pudieron conocer a antiguos presos del campo de concentración y a familiares suyos. "Ellos se emocionaron y vieron que no era como las películas", detalla el profesor, que habló con los alumnos el miércoles en el primer día de clase a su vuelta.

Este era un año único para sumarse al viaje con la asociación Amical, porque se cumplen 70 años de la liberación del campo nazi –el pasado día 5– y además era la primera vez que un miembro del Gobierno del PP, el ministro de Asuntos Exteriores, José María García-Gargallo, conocía el lugar –el pasado domingo–.

"Estuvimos este año en el palacio de la Aljafería en el acto contra el Holocausto (el 27 de enero). Han visto el documental ‘Adiós a la vida’ y han leído el libro ‘El triángulo azul’. Allí, en Austria, vieron que habían pasado muchos aragoneses. Vimos el castillo de Hartheim, los campos de Mau-thausen, Gusen y Ebensee", detalla el profesor de Filosofía, quien incluye estas materias, que se salen del programa educativo.

"Conocieron en el viaje a Tomás, que era hijo de un preso, y se emocionaron cuando les contaba su historia", apunta David Calvo, muy satisfecho con la experiencia humana, por encima casi de una materia educativa. "Allí estuvimos con una señora que estuvo en Auswitch y vimos el monumento de los republicanos españoles. Nos contaron que Francia nos cedió el terreno del campo para poderlo levantar allí", señaló.

Los chavales de La Almunia de Doña Godina que fueron a Mauthausen ya conocían la historia de Jesús Tello, un preso aragonés vecino de Épila, porque su profesor se empeña en que sepan el pasado de los aragoneses en la Segunda Guerra Mundial. Ahora pueden contarlo a sus amigos.