"Aún doy pedales en condiciones; el problema llegará cuando frene"

El cantautor, Joan Manuel Serrat actúa esta noche en Zaragoza con su compilación colaborativa ‘Antología desordenada’ –editada el pasado mes de noviembre– como marco.

Septuagenario y ‘noi’, en su caso, no son conceptos en conflicto. Puede usted con todo...

Me encantan los complejos vitamínicos, pero el único motor real para mantenerse activo e ilusionado en la vida que escogí es subir al escenario, viajar, cambiar repertorios, divertirte con el trato del público, interactuar durante dos horas con aquellos que han hecho un esfuerzo y han acudido a verte... Además, poderlo hacer todavía en buenas condiciones es otro factor clave. Se trata de un conjunto de cosas en equilibrio: si falla alguna, difícilmente sería capaz de remontar. Voy bien en esta bici, aún doy pedales en condiciones; el problema llegará cuando frene, el día que me tenga que bajar. De momento, llego a Zaragoza listo para echar un pulso.


‘Antología desordenada’ resume cinco décadas de trayectoria en cuatro discos, con los aportes de 31 compañeros; ahí se ha reunido gente muy dispar.

Sí, es un reflejo de mi carrera. Hay gente de la que me separa una gran diferencia de edad, como Dani Martín o Alejandro Sanz, cuya participación ha sido natural y gozosa. Los tengo muy controlados a los dos ... luego te encuentras piezas increíbles como la revisión de ‘Lucía’ que hace Silvio: fíjate si le conozco, y me dejó sin palabras. Calle 13, Paquita la del Barrio... estoy contento con el resultado. Cada cual tendrá sus favoritas y discutirá ciertas elecciones, pero para mí todas son obras de arte.


¿Le inspira la época convulsa actual para crear? ¿Sirve la belleza como paliativo de la desesperación cotidiana?

Hoy en día, hacer un disco es complicado: no el hecho en sí, sino el establecimiento de una comunicación estrecha entre oyente y autor. Ya no es objeto de culto, pasa de una forma rápida, y el modo en que se escucha estimula poco al esfuerzo creativo: ¿para qué escribir 12 canciones sabiendo que muchas irán a la papelera, sean malas o buenas? Si queremos que la gente escuche de verdad la música, hay que dar visibilidad a las propuestas que no la tienen por el simple hecho de que el escaparate lo siguen controlando los mismos. Los nuevos medios deberían estar al servicio de ese reto.


Lleno tras lleno en el Gran Rex bonaerense hace unas semanas, seis noches de ‘no hay billetes’ en Montevideo... América le adora.

Llevo más de 40 años yendo, y el cariño se renueva. No es sorpresa, visito lugares ya transitados, me reencuentro con emociones. Otros barcos se han ido a pique por las razones más peregrinas; yo agradezco a la vida que el mío siga a flote, disfruto de la fidelidad del público.


¿Se imagina un mundo sin Kitflus y Miralles guardándole los flancos en escena?

Si no los viera, preguntaría por ellos: si nadie me diera razón de su paradero, iría a buscarlos. Supongo que seguiríamos respirando, pero no quiero saber cómo sería esa vida. No creo que sintiera la alegría que siento al tocar, ni la tranquilidad con la que subo al escenario: más allá de ser compañeros de ruta, son amigos.


‘Ella em deixa’ fue su primera canción. ¿La recuerda con cariño?

Claro. De hecho, no es tan mala como en algunos momentos he pensado. Hoy mismo –habla antes de su concierto en Andorra– la voy a tocar. Es un punto de partida: cortita, sencilla, pasa bien... ayuda al rollito de este concierto.


Siempre que viene y recordamos sus raíces aragonesas por vía materna, nos ponemos ufanos... Lleva usted a Belchite en el corazón.

Sí, pero no a las psicofonías de Belchite Viejo, ¿eh? Me traen a la memoria cosas terribles que no tengo ninguna gana de glosar, por razones obvias. Prefiero buscar nuevos sonidos de Belchite, que miren al futuro, que hablen de lo nuevo y bueno de esa tierra, más allá de las ruinas... Dedicaré el final de este año a componer nuevo material, a ver qué sale.


¿Ha oído la versión de ‘Mediterráneo’ que hizo el grupo aragonés Tachenko?

No, pero acabas de adquirir el compromiso de hacérmela llegar. No me falles. Será un placer oírla.


Ahora viene solo, pero ha girado en compañía:las ‘sabinadas’, ‘El gusto es nuestro’... ¿es difícil viajar en compañía de iguales?

No, somos amigos; Ana y Víctor, más que amigos... Cuando hemos girado juntos, manteniendo cada uno su personalidad, ha sido posible ayudar a los demás; individuos y compañeros. Ese planteamiento calma al grupo, pone orden, organiza el trabajo. Podríamos irnos otra vez sin ningún problema, más aún conociéndonos como nos conocemos ahora. En esta última gira por América he dado más de 40 conciertos y en todos ha habido al menos un par de invitados; a muchos de ellos me los hubiera llevado a otros conciertos. Es un oficio complicado, con muchas tentaciones, y la competencia pesa, pero creo en el cariño entre los artistas. La buena gente supera con mucho a los otros; a esos otros, los malos, se les ve venir enseguida.


Siempre que viene por aquí recuerda a José Antonio Labordeta...

Ojalá hubiera estado el día 15 (por hoy) y el 14, y el 16, y siempre. Es un referente como ser humano que llegó a la canción por accidente y construyó una vida admirable.


Hoy hay menos incorrección política. ¿Le da pereza ver las noticias?

Más que pereza, me falta velocidad para cambiar las cadenas y comprobar cómo varía el discurso en función de quien administra la información. Cada cual responde a su amo.


El día 24 toca votar. ¿Se moja Serrat?

Yo siempre voto, no dejo de ejercer mi derecho, muchos luchamos para conseguirlo, muchos otros antes que nosotros, no es algo que deba tratarse con ligereza. Ese día hay que joderse, no ir a la playa y votar. Es importante. La gente no está muy estimulada por la clase política, así que tendrán que sacar el arrojo de su interior.