Los militares de la OTAN ya han conocido el campo de maniobras de San Gregorio y la base aérea de Zaragoza donde están previsto que acudan alrededor de 9.000 militares entre octubre y noviembre en los ejercicios más masivos celebrados en Aragón. Ayer hubo un nuevo reconocimiento del lugar, según fuentes militares, como en abril durante un seminario internacional celebrado en la Brigada Logística.

Los ejercicios Trident Juncture, calificado como los más importantes para la OTAN desde la Guerra Fría, se celebrarán en dos fases. La primera será entre el 3 y 16 de octubre, se conoce como CTX y supondrá el adiestramiento real de oficiales que deben tomar decisiones pero con la ayuda de ordenadores. Se trata de un ejercicio de puestos de mando asistido por ordenador para adiestrar y certificar la 16 rotación de la Fuerza de Respuesta Aliada (NRF), cuyo Mando Componente Terrestre (LCC) será ejercido por el Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad de Bétera (Valencia). Otros cuarteles aliados navales, en Gran Bretaña, aéreo en Italia y de unas fuerzas especiales de Estados Unidos pasarán la misma prueba.

En la segunda parte, entre el 21 de octubre y 6 de noviembre, se utilizarán efectivos de varios países pero esta vez será con fuego real, en el campo de maniobras en San Gregorio. "Pasaremos del cerebro al músculo", lo definió ayer el teniente coronel Grzegorz Lyko, portavoz del cuartel general de Brunssum (Holanda), que prepara todos los ejercicios. "Vamos a certificar las tropas de la OTAN y mantener su alta capacidad. El campo de San Gregorio y la base aérea son perfectos para el ejercicio", señaló el teniente coronel de origen polaco.

Los ejercicios se organizan desde el cuartel general de la OTAN en Brunssum (Holanda), si bien acuden representantes de otras sedes aliadas en Norfolk (Estados Unidos) y Bruselas. Militares de los tres ejércitos de Tierra, Aire y Armada de los cuarteles generales de la OTAN en Izmier (Turquía), Ramstein (Alemania) y Northwood (Gran Bretaña) están representados en la reunión celebrada en Zaragoza, que es el preludio de lo que podrá ser en julio en el cuartel aliado en Valencia.