Aumentan las alergias a una proteína de las frutas y verduras

Los alergólogos han mostrado su preocupación por el incremento de personas sensibles a la proteína LTP y las reacciones que produce.

Los alergólogos han mostrado su preocupación por el incremento de personas alérgicas a una proteína presente en frutas y verduras, la llamada LTP. Las estimaciones de los expertos apuntan a que puede haber unos 40.000 aragoneses sensibles a esta, aunque gran parte de ellos no estarían diagnosticados.


La presencia de esta proteína transportadora de lípidos, que genera la propia planta como forma de defensa o protección frente a las invasiones de patógenos y plagas, ha aumentado de forma significativa a lo largo de los últimos años.

Algunas de las frutas que acumulan más LTP son, por ejemplo, el melocotón, el albaricoque, la fresa, la manzana, la cereza, la nectarina o la ciruela (sobre todo en la piel), pero también está presente en otros vegetales como una simple lechuga, un plato de judías verdes o incluso en los frutos secos.

El jefe del servicio de Alergología del hospital Clínico de Zaragoza, Carlos Colás, advirtió del incremento de personas que sufren esta intolerancia. "Antes veíamos un caso cada seis meses y ahora, casi uno cada semana. Realmente nos preocupa", señaló el experto.


Lo que por ahora se sabe es que ataca con más frecuencia a adolescentes y adultos jóvenes, y que los que más riesgo tienen de desarrollar la hipersensibilidad a esta proteína son los alérgicos al polen. Una de las peculiaridades es cómo se desencadena, ya que está comprobado que después de comer alguna fruta y verdura con esta proteína, puede ayudar a que la alergia se manifieste el ejercicio físico, la ingesta de alcohol o una situación hormonal concreta (como el periodo premenstrual).


Una de las cuestiones que más preocupa a los especialistas es que muchos de los enfermos que la padecen no están diagnosticadas y pueden tener algún brote sin que sepan realmente qué les pasa. Sus síntomas más leves pueden ir desde un simple picor en la boca o los labios, una erupción en la piel (urticaria) hasta reacciones sistémicas graves, como un choque anafiláctico, que puede desencadenar una parada cardiorrespiratoria en poco tiempo y poner en peligro la vida de la persona.


Por otra parte, en estos momentos, ya se han suavizado los niveles de polen. Este año alcanzaron a principios de mayo niveles extraordinarios y causaron importantes afecciones a las personas alérgicas a las gramíneas.