"El primer año juré que no volvería"

Jacinto Ríos, catalán de 59 años, ha participado en las 15 ediciones de la carrera

Jacinto Ríos, vecino de Tarrasa (Barcelona) y de 59 años, ya está listo para su cita anual con el desierto de Los Monegros. Para este veterano ciclista, será su 15ª participación en la Maratón Orbea, lo que significa que ha sido fiel a la prueba desde su nacimiento en 1990. Algo que nunca hubiera imaginado. De hecho, al acabar la primera edición, "juré que jamás volvería", asegura. Aquella vez, 400 ciclistas salieron de Grañén y solo la mitad cruzaron la meta. "Para nosotros, fue una auténtica odisea", recuerda. El cierzo soplaba con mucha fuerza y tras varias horas sobre la bici, "se nos echó la noche encima, nos quedamos sin pilas en las linternas e, incluso, llegamos a perdernos". No obstante, al año siguiente, volvieron atraídos por el gusanillo de la aventura. Y así 14 años más.


En su opinión, el ambiente, el esfuerzo organizativo y la belleza del paisaje son "irresistibles". De hecho, el ciclista detalla que hay zonas "espectaculares, en las que debes detenerte y disfrutar, especialmente la sierra de Jubierre, a la que suelo llegar con el sol cayendo, lo que ofrece una amplia tonalidad de colores". En su caso, ya es una tradición y de momento, tiene la intención de mantenerla, al menos, "hasta que aguanten las piernas". En las primeras ediciones, conseguía completar el circuito en unas 5 horas y siempre trataba de mejorar el crono. Ahora, de media, suele tardar unas 7 horas. Y es que "la edad pesa y además, nosotros ya venimos a disfrutar"


Tras quince años, la fidelidad trae algunos privilegios como la facilidad de alojamiento ya que tiene plaza fija en el Hotel Sariñena. Allí durmió ayer junto a otros cinco amigos con los que está dispuesto a vivir una nueva aventura en el desierto de Los Monegros.