Solo un día después de dejar la puerta abierta a un gobierno PSOE-Podemos, el secretario general de la formación morada, Pablo Iglesias, dio marcha atrás. Y lo hizo tras reunirse con el líder de Podemos en Aragón, Pablo Echenique, que ya ha dejado clara su aspiración a presidir el Ejecutivo autonómico, pese a ser la tercera fuerza. Mientras el pasado jueves Iglesias señalaba a Aragón como una excepción, ayer incluía a la Comunidad en el mismo paquete que aquellas en las que el PSOE tiene posibilidades de formar gobierno con Podemos. "Podemos no va a estar en ningún gobierno que presida el PSOE. Tampoco en el de Aragón", aclaró tras la reunión con los secretarios generales autonómicos en Madrid.

Y por la tarde, era el propio Echenique el que corroboraba las palabras de su líder y matizaba las suyas propias de días anteriores. "Si hay un gobierno encabezado por el PSOE no entraremos a formar parte del gobierno. Sí apoyaríamos la investidura si se dan ciertas condiciones", declaró el líder de Podemos en Aragón y candidato a la DGA, minutos antes de participar en la reunión del Consejo Ciudadano que marcó la hoja de ruta y nombró a los negociadores de los futuros pactos.

Echenique insistió en su tesis de que "no es evidente" que el próximo presidente de Aragón tenga que ser del PSOE (existe una diferencia de votos entre ambos partidos del 0,89% traducido en cuatro escaños) y volvió a reivindicarse. "Todo está abierto", insistió el candidato a la DGA, que afirmó que el apoyo a la investidura "no es la única opción". "Veo las cosas que hay que hacer en Aragón, que son urgentes y que hay que hacer ya, y veo difícil que se haga sin Podemos en el gobierno", argumentó. También advirtió de que "para aumentar las posibilidades de cambio debería haber un gobierno de Podemos".

Y sobre la hoja de ruta y las condiciones al PSOE para pactar la investidura no aclaró nada. Tampoco sobre los puntos de fricción que podrían producirse entre ambos partidos. Solo se limitó a cargar contra las políticas socialistas por "no haber defendido los intereses de la mayoría de la población" y haber reformado la Constitución, impulsado reformas laborales y aplicado "recortes sociales, en educación y sanidad". Por eso, fió cualquier acuerdo –siempre circunscrito a la investidura de Javier Lambán como presidente– a "un cambio en las políticas del PSOE más que a lo que pueda decir Podemos".

De estas cuestiones tendrá la oportunidad de hablar el próximo lunes con el líder de los socialistas en Aragón, Javier Lambán. Ambos políticos tienen previsto tomar un café a partir de las once de la mañana en las Cortes. Aunque Echenique explicó que no se trata del inicio de las negociaciones sino de una primera toma de contacto en la que podría fijarse ya un calendario de reuniones y una metodología de trabajo.

Precisamente, ayer, el Consejo Ciudadano de Podemos designó al equipo negociador. Se trata de los miembros de este órgano de dirección Begoña Leza, Pablo Martínez, Rochela y Esther Moreno y del jefe de campaña y exdiputado de CHA Gonzalo González. Ninguno ha sido elegido diputado en las Cortes para esta legislatura. En la reunión también se analizaron los buenos resultados obtenidos en las elecciones autonómicas, donde la formación morada ha conseguido convertirse en la tercera fuerza política con catorce escaños y a solo cuatro del PSOE.

También se habló del éxito de Zaragoza en Común en el Ayuntamiento de la capital aragonesa, una coalición que ha sido avalada por Podemos, que dirigirá la ciudad durante los próximos cuatro años. Pero ni rastro de las condiciones para pactar la investidura. Después de más de tres horas de reunión, se sigue sin saber qué es lo que va a poner encima de la mesa Podemos para respaldar al socialista Javier Lambán como presidente del Ejecutivo autonómico.