El convenio entre el Ayuntamiento de Sabiñánigo y la DGA para derribar Inquinosa se retrasa

El Gobierno envió un borrador, pero el alcalde dice que "no es momento de firmar".
El PSOE quiere que se cumpla su programa sobre un plan integral de descontaminación.

El convenio que debían firmar Sabiñánigo y el Gobierno de Aragón para derribar y descontaminar la fábrica de Inquinosa tendrá que esperar. La Dirección General de Calidad Ambiental envió un borrador al Ayuntamiento con las condiciones de la colaboración, pero los cambios políticos tras las elecciones han abierto un paréntesis.


El alcalde, Jesús Lasierra (PSOE), que ha vuelto a ganar las elecciones, dijo que "no es momento" de firmar nada porque su partido llevaba en el programa electoral trabajar por un proyecto global de descontaminación de lindano en todos los focos existentes en el municipio, no solo en la fábrica. "No haremos nada hasta que no se constituya el nuevo ayuntamiento, en un tema tan sensible y delicado como es este", declaró.


A la espera del convenio, el Ayuntamiento sigue trabajando para garantizar la seguridad del recinto contaminado. El edificio y los terrenos que lo rodean no ofrecen actualmente garantías de seguridad y suponen un peligro de salud pública. La factoría es oficialmente suelo contaminado desde 2012 por sus concentraciones de residuos de lindano y otros organoclorados en niveles superiores a los admisibles, pero el vallado perimetral es deficiente y hasta carece de puerta trasera, que no se ha repuesto después de ser robada. Incluso es posible entrar en la nave, aunque aquí no queda material peligroso ya que en 2011 se sacaron los bidones con material más peligroso. El alcalde había advertido reiteradamente sobre este abandono en los últimos años a las consejerías de Medio Ambiente y Política Territorial e Interior.


El Ayuntamiento ya ha realizado los trámites preceptivos para intervenir en suelo ajeno, enviando requerimientos a las empresas propietarias de los terrenos (Inquinosa , dueña de dos parcelas, y la inmobiliaria Urmarast, titular del resto), con la exigencia de que procedan a descontaminar la fábrica. "No han contestado y tenemos unos plazos para actuar subsidiariamente si ellos no lo hacen", precisó Lasierra.


El borrador del Gobierno de Aragón no plantea la propuesta barajada inicialmente de levantar un muro de dos metros en torno a los edificios, valorada en unos 115.000 euros. Según el Ayuntamiento, con una valla se podría solucionar.


El Gobierno de Aragón tenía previsto encargar este año un proyecto de desmantelamiento que contemplara el derribo de los edificios, la retirada de los restos de lindano y el saneamiento del suelo. Según los técnicos, las tierras están contaminadas, aunque no con las concentraciones de los vertederos. La operación se plantea compleja por la cercanía del embalse y del casco urbano, que obligará a extremar las condiciones de aislamiento para evitar la dispersión del polvo y la emisión de olores. Estos ya los sufrió la población el pasado verano con motivo del traslado de residuos en el vertedero de Bailín, pese a estar alejado del casco urbano.