Todo lo que un peluquero tenga en la cabeza

Recién premiada por su eficiente logística, Sipel aspira a ser el ‘Robin Hood’ de estos profesionales, a los que presta un servicio global.

Alberto Sangustín –centro–, flanqueado por sus hijos Loida y Rubén, con el personal de Sipel.
Alberto Sangustín –centro–, flanqueado por sus hijos Loida y Rubén, con el personal de Sipel.
G. Mestre

Puede que Sipel S.A. no le suene demasiado, pero tal vez haya visto en la peluquería productos Kemon. Sipel es la empresa zaragozana que distribuye esta marca italiana para toda España. En 2005 implantaron un sistema logístico de gestión automatizada, desarrollado por sus propios informáticos, que les permite llevar de forma fiable un pedido en 24 horas a todo el país y que acaba de ser premiada con el Pilot a la excelencia logística (categoría de pymes).


Pero Sipel no es solo eso. Rubén Sanagustín, director de Marketing, recuerda que todo comenzó con su abuelo, Daniel Sanagustín (oriundo de Puendeluna), que en los años 60 "empezó vendiendo productos de peluquería". Sobre esa base, su hijo, Alberto Sanagustín –curtido como comercial con una de las grandes del sector, L’Oréal– edificó Sipel en 1984. Desde entonces, han distribuido distintas marcas, siempre con excelentes resultados (desde 2012 son la cabeza visible de Kemon) y además han ido desarrollando lo que Rubén Sanagustín define como el ‘Proyecto global 360º’, pensando en ofrecer a los peluqueros todo lo que se les pueda pasar por la cabeza.


Sipel ha extendido su actividad poco a poco y ya no solo comercializa cosmética para peluquerías, sino también utensilios de todo tipo, artículos de decoración, elementos de marketing personalizados y, en breve, también mobiliario. "Damos todo lo que puede necesitar un peluquero, nuestra visión es ser su socio en todo, ser el ‘Robin Hood’ de los peluqueros", asegura Sanagustín. Subraya que su lema es ‘Solo con el peluquero’, pues sus productos son exclusivamente para profesionales y no se comercializan por otras vías. "Las marcas más grandes les hacen la competencia, porque puedes comprar muchos de los productos en los supermercados, y eso es quitar negocio a las peluquerías", explica.


En su afán por servir a los profesionales del cabello, imparten también cursos de formación especializada, parte en su academia de Madrid y parte de forma itinerante por toda España, en locales alquilados ‘ad hoc’ y con un equipo de cinco expertos. Están abiertos a cualquier peluquero (sea cliente suyo o no) y en Aragón suelen organizar alguno todos los meses.


Lo más innovador y reciente ha sido la creación de un canal de televisión específicamente para peluquerías, "con un toque de glamour", que emite desde Zaragoza pero permite que, incluso con solo un ‘smartphone’, el peluquero pueda incluir contenidos personalizados solo para su establecimiento. "Lo hemos hecho nosotros y lo hemos vendido a Kemon para el resto del mundo", dice Sangustín.


Por otra parte, en octubre irán por primera vez a la Feria de Madrid para presentar la próxima colección, con un equipo de estilistas italianos.