Cuando el tamaño no importa

Se inicía en Nueva York el proyecto My Micro NY, viviendas de entre 24,15 y 33,45m2 para enfrentar la falta de terreno urbanizable.

Instalación de los apartamentos modulares en el 335 de la East 27th Street de Nueva York.
Cuando el tamaño no importa

El espacio es un bien escaso y preciado en Nueva York. Millones de personas se concentran en un terreno limitado y otras muchas ansían hacerlo. La previsible consecuencia es el alto coste de las viviendas, los comercios y las oficinas. Los precios aumentan inexorablemente año tras año, al margen de recesiones y de crisis. En este contexto, optimizar los escasos recursos físicos existentes se convierte en una imperiosa necesidad.


Las grúas ya están ultimando en la ciudad estadounidense la instalación de un innovador concepto: los microapartamentos. El proyecto, bautizado como My Micro NY, consiste en su primera fase en la construcción de 55 viviendas con una superficie que va de los 24,15 a los 33,45 metros cuadrados en el número 335 de la East 27th Street. Se trata de un edificio de módulos prefabricados que prometen "comodidad" y "funcionalidad", con "grandes ventanas", techos con una altura de 2,74 metros y con derecho a trastero y a zonas comunes.


Lo que no menciona la información que proporciona la promotora es que el consistorio neoyorquino tuvo que modificar su normativa de zonificación y densidad urbanística, que establecía un límite de superficie mínima de 37,16 metros cuadrados. Una concesión maquinada en aras de dinamizar la actividad inmobiliaria y de proporcionar alojamiento ‘asequible’ a la insaciable demanda.


Los microapartamentos recibirán a sus primeros huéspedes en verano, cuando finalicen las tareas pendientes. Sus habitantes pagarán un alquiler mensual que se mueve entre los 1.800 y los 2.700 euros. El perfil del usuario es un soltero (los ‘singles’ son un grupo en expansión en la urbe) con un trabajo y unos ingresos de nivel medio.


Precisamente, la promoción de viviendas asequibles es uno de los ejes básicos de la hoja de ruta del alcalde neoyorquino, Bill de Blasio. "No se pueden aprovechar todas las oportunidades que ofrece Nueva York si no puedes costearte el lujo de vivir aquí", aseveró recientemente el edil, quien reveló tener como objetivo ampliar y mejorar el deteriorado parque de vivienda pública con más de 200.000 nuevas unidades.


El político incluso fue más allá al admitir que está decidido a combatir a los caseros abusivos, a los que amenaza con sanciones para quienes se nieguen a dar una vivienda digna a sus inquilinos o a atender sus servicios básicos como la calefacción.


Unas prioridades sociales que no han satisfecho a los sectores más conservadores de la ciudad. La guerra fría está servida.