Nueva decepción de Alonso

El asturiano partirá decimotercero en el Gran Premio de Mónaco por un problema mecánico. El británico Lewis Hamilton saldrá primero, por delante de Rosberg.

Fernando Alonso, durante la calificación ayer en el circuito de Mónaco.
Fernando Alonso, durante la calificación ayer en el circuito de Mónaco.
VALDRIN XHEMAJ/efe

La escudería Mercedes prolongó ayer su dominio en la actual temporada de la Fórmula Uno al copar las dos primeras plazas de la parrilla de salida del Gran Premio de Mónaco, en la sexta carrera de la temporada y que supone otras tantas decepciones del binomio McLaren-Honda, en el que milita el español Fernando Alonso. Si el doblete de los monoplazas germanos, encabezado por el británico Lewis Hamilton y refrendado por el alemán Nico Rosberg, forma parte ya del paisaje actual de la Fórmula 1, la incapacidad de la escudería de Woking para superar la Q2 también es un clásico del certamen.


Hamilton y Rosberg dominaron con mano de hierro la clasificación y si el británico lideró la Q3, el germano hizo lo propio con las dos primeras rondas. El que más cerca estuvo fue el alemán de Ferrari Sebastian Vettel, tercero, pero que se situó a casi ochocientas milésimas del tiempo de Hamilton (1:15.098).


En la carrera en la que seguramente más decisiva es la posición de partida de todo el calendario de la Fórmula 1, una de las escasas opciones que podría tener Rosberg de superar hoy a su compañero es en la salida, si bien también deberá estar pendiente de su compatriota Vettel y los buenos inicios de los Ferrari.


Mientras que Rosberg intentará su tercera victoria en el Principado, que serían consecutivas tras las conseguidas en 2013 y 2014, Hamilton tiene a tiro su segundo triunfo en Montecarlo después de que ganase en 2008, el año de su primer título. A pesar de confirmar su mejora con respecto al año pasado, Ferrari sigue lejos de Mercedes. Aunque Vettel se hizo con la tercera posición, quedó lejos del tiempo de la ‘pole’ y aún más lo hizo el finlandés Kimi Raikkonen, sexto, a casi un segundo y medio de Hamilton.


En las antípodas de Mercedes se encuentra la histórica McLaren. Seis carreras disputadas y seis veces que no ha sido capaz de acceder a la ronda definitiva de la clasificación, bien por falta de motor, bien por un fallo de fiabilidad que desde que empezó el certamen ha afectado tanto a Alonso como el británico Jenson Button.


Además, tras el fiasco de la pretemporada desde la escudería de Woking se fueron fijando fechas en las que el monoplaza sería más competitivo y podrían acceder a la Q3 los sábados y luchar por los puntos el domingo, pero todas las previsiones se han incumplido.


Tras no producirse el salto de calidad en Barcelona, como se había anunciado, tampoco ha llegado ahora pese a que la potencia del motor –uno de los principales problemas de McLaren– no es tan relevante en el peculiar trazado urbano de Mónaco –el más corto del Mundial– como en otros circuitos.


Si Button no pudo pasar a la tercera ronda en condiciones normales, Fernando Alonso volvió a sufrir una nueva decepción. Cuando parecía que pasaría a la última tanda, rondando el décimo mejor tiempo, a falta de diez minutos para el final de la Q2, su coche se quedaba parado en la curva a derechas de Santa Devota por problemas electrónicos. Se volvía a oscurecer el panorama de McLaren. Las dificultades para adelantar en el angosto trazado de Mónaco hacen prever una difícil carrera para McLaren, tal y como definió ayer Alonso, ya que habitualmente la trascendencia del fin de semana radica en la clasificación del sábado y el domingo se asiste a una "procesión de coches" sin muchos cambios salvo por incidentes.

Carlos Sainz, desde ‘boxes’

Si lo de Alonso fue un varapalo, lo de Carlos Sainz fue un golpe durísimo para la afición española. En medio de la Q2, el piloto madrileño fue avisado por radio de que se había saltado la orden del pesaje. No se dio cuenta del aviso del comisario y pasó de largo, pero no se aceptaron sus disculpas posteriores. En la Q3 Sainz realizó su labor a la perfección: dio una gran vuelta, logró el octavo crono (por detrás de Sergio Pérez y por delante de Pastor Maldonado) y volvió a superar a su compañero Max Verstappen, que notablemente enfadado se sintió muy decepcionado por su mala vuelta en el momento de la verdad. Pese a que se podría haber solventado con una reprimenda, los jueces de la carrera -entre los que está la leyenda de Le Mans Tom Kristensen- le castigaron con dureza. Sainz partirá desde la calle de ‘boxes’ y le tocará remontar en el peor circuito posible, por lo que necesitará algo de ayuda y suerte si quiere puntuar. "De empezar mi primer Gran Premio de Mónaco en el octavo puesto a tener que salir desde el ‘pit’ por no ver una luz. Bueno. No esperaba esto", señaló en su cuenta de Twitter el madrileño.


También fue sancionado el francés Romain Grosjean (Lotus), ya que aunque finalizó undécimo un cambio de la caja de cambios de su monoplaza le obligará a salir desde la decimosexta plaza de la parrilla. El que consiguió mejorar su rendimiento fue el mexicano Sergio Pérez (Force India), que fue séptimo, al igual que el venezolano Pastor Maldonado (Lotus) que pasó a ronda final y acabó noveno, pero que por la sanción a Sainz saldrá octavo.


El español Roberto Merhi (Manor) volvió a sufrir con el coche más pobre de la parrilla y partirá último, junto a su compañero de escudería William Stevens, desde la décima fila de la parrilla.