El hundimiento de un tejado obliga a desalojar a dos familias en San José

La cubierta no llegó a desplomarse y nadie resultó herido, pero los Bomberos optaron por evitar riesgos.

Los bomberos se vieron obligados a desalojar a primera hora de ayer a las dos familias que residen en el número 12 de la calle de Domingo Lobera, en el barrio zaragozano de San José. Lo hicieron tras comprobar que se había hundido una parte importante del tejado y que existía un evidente peligro para los ocupantes del inmueble. Porque aunque la cubierta quedó apoyada en el muro de carga y no llegó a desplomarse, podría hacerlo en cualquier momento.


Según fuentes del 080, fue sobre las 7.40 cuando recibieron una llamada informando del hundimiento. Inmediatamente, se enviaron al lugar del suceso dos autoescalas automáticas, una de 30 metros y otras de 18, para poder examinar el tejado y valorar los daños. Y estos eran importantes, porque el aparejador de los Bomberos consideró necesario desalojar a los vecinos y no permitirles volver a ocupar sus domicilios hasta que se repare la cubierta.


El inmueble cuenta únicamente con tres viviendas, una por planta.Sin embargo, parece que en la tercera no había nadie viviendo actualmente. Las que sí estaban ocupadas son las otras dos, por lo que el operativo de rescate comunicó lo sucedido a sus inquilinos y les explicó que tenían que dejar sus casas. En un principio, parece que estas personas se han resguardado en casas de familiares, aunque si las obras de reparación del tejado de su edificio se prolongan durante demasiado tiempo tendrán que buscarse viviendas provisionales.


El riesgo de derrumbe obligó a evacuar el bloque con carácter urgente. En cualquier caso, se comunicó a los afectados que podrán regresar a sus domicilios a recoger los enseres, útiles y ropa que necesiten, siempre y cuando avisen con antelación para que les acompañen los bomberos. De hecho, tienen prohibido acceder al edificio solos.


Tras una primera valoración de urgencia, parece que los técnicos municipales tendrán que volver a pasarse por la casa para examinar con detalle los daños. En un principio, parece que el hundimiento afecta únicamente al tejado, pero habrá que comprobar si el inmueble presenta algún daño estructural más importante. Al darse cuenta a tiempo del problema y no llegar a colapsarse la cubierta, no ha habido que lamentar víctimas.