El Circo del Sol, vendido a un grupo de empresas por casi 1.400 millones de euros

Creado en 1984, su fundador, Guy Laliberté, se queda tan solo con el 10% de las acciones

El Circo del Sol trajo su espectáculo 'Quidam' al pabellón Príncipe Felipe zaragozano en 2013.
El Circo del Sol, vendido a un grupo de empresas por casi 1.400 millones de euros
A. Navarro

El fundador del Circo del Sol (Cirque du Soleil), Guy Laliberté, anunció ayer que ha acordado la venta a un conglomerado de empresas de la mayor parte de la compañía, la mayor de producción teatral del mundo, por alrededor de 1.500 millones de dólares (1.395 millones de euros).


El conglomerado está formado por la firma de capital privado TPG Capital LP y Fosun Capital Group, propiedad a su vez del conglomerado chino Fosun International Ltd, según informó el diario canadiense ‘Globe and Mail’. Asimismo, el segundo fondo de pensiones de Canadá, Caisse de Dépôt et Placement du Québec, también podría comprar en los próximos días una participación del 10%.


Laliberté posee el 90% de la sede en Montreal de la compañía, que es conocida por sus espectáculos acrobáticos. El empresario y fundador de la compañía seguirá manteniendo una participación del 10% tras el acuerdo.


De la calle a los despachos


La venta pone punto casi final a una increíble aventura iniciada hace poco más de 30 años por un artista callejero, Guy Laliberté, y dos amigos de la ciudad canadiense de Montreal. Cuando Laliberté, Gilles Ste-Croix y Daniel Gauthier crearon en 1984 el Circo del Sol, el primero era un comefuego y los dos últimos gestionaban un hostal para jóvenes artistas callejeros en Québec.


Y, aunque el excéntrico multimillonario Laliberté, conocido también por su afición al póquer y por ser uno de los primeros turistas espaciales, se ha convertido con los años en el ‘alma mater’ de la compañía, la verdad es que fue Ste-Croix quien tuvo la idea original. Según el propio Ste-Croix, tras vivir en una comuna hippie en 1979 y trabajar en la recogida de manzanas, decidió crear un grupo de artistas callejeros, aunque para ello necesitaba una subvención del Gobierno de Québec.


Para lograr la ayuda pública, Ste-Croix se calzó unos zancos, los mismos que había intentado utilizar para recoger manzanas con más eficacia, y protagonizó una caminata de cerca de 100 kilómetros de ciudad en ciudad. "Así que me dieron 75.000 dólares para empezar mi grupo callejero. Y, en 1982, empezamos a actuar en una pista, a la que cubrimos con una gran carpa, en lo que fue el inicio del Circo del Sol".


Ese éxito inicial permitió a Ste-Croix, Laliberté y Gauthier recibir más subvenciones públicas y convertir en 1984 el grupo inicial, llamado Les Echassiers de Baie-Saint-Paul, en un circo real, el Circo del Sol.


Ste-Croix también reveló que los primeros años del Circo del Sol fueron difíciles, pero que todo cambió en 1987, cuando fueron invitados a actuar en el Festival de Los Ángeles.


Laliberté, que con el paso de los años se hizo con el control absoluto de la compañía al comprar gran parte de sus participaciones a Ste-Croix y Gauthier, ofreció una explicación diferente de los inicios del circo en otra entrevista en 2011. "Yo fui capaz de conseguir nuestro primer contrato con el Gobierno por un millón de dólares. Fue un contrato, no un subsidio", dijo. Laliberté también señaló que él fue quien negoció la presencia del circo en el Festival de Los Ángeles, que supuso el éxito inicial de la compañía.


Vinculado a Las Vegas


Según una controvertida biografía de 2009, no autorizada, en los inicios del Circo del Sol Laliberté se reveló como un inteligente hombre de negocios que resistió los intentos de grandes compañías por hacerse con el control de la empresa. Pero también se dice que, durante esos años, el mundo de Laliberté estaba dominado por las drogas y el sexo, algo que el fundador de la compañía ha negado.


Tras el éxito inicial logrado en el Festival de Los Ángeles, el Circo del Sol siguió con problemas económicos y de dirección hasta que, en 1993, Laliberté consiguió materializar su sueño de vincular su compañía con Las Vegas, la capital del juego de EE. UU., con el estreno del espectáculo ‘Mystère’. A partir de ahí, creció de forma espectacular y llegó a tener centenares de artistas en decenas de espectáculos representados en casi 300 ciudades de todo el mundo. Laliberté pasó de ser un saltimbanqui callejero con 50 dólares en el bolsillo en 1979 a multimillonario con una fortuna personal calculada en 1.900 millones de dólares.