Todos contagiados por el ambiente lector

Ballobar fue el laboratorio donde se gestó ‘Leer juntos’, el programa de lectura en el que participan docentes, familias y bibliotecas, implantado en todo Aragón.

Imaginen un pueblo en el que en la carnicería y en la panadería han colgado carteles que dicen: "Se cambian libros de ‘Leer juntos’". Hasta ese punto el proyecto iniciado por Merche Caballud, profesora en el Instituto de Educación Secundaria Ramón J. Sender de Fraga; Carmen Carramiñana, maestra de Educación Infantil en Ballobar; y Rosa Berniz, bibliotecaria, con la complicidad de los maestros y mestras de la localidad, transformó la vida cotidiana de Ballobar. Veintiún años de trabajo sostenido han convertido a ‘Leer juntos’ en el proyecto de una vida, de dos vidas, en realidad, la vida de Merche y de Carmen, y junto a su vida, la vida de otras mujeres y algunos hombres, que se arriesgaron a leer, sabiendo que después ya nada sería lo mismo. Una de las claves del éxito de ‘Leer juntos’ es que ha congregado a un grupo de mujeres alrededor de la palabra, la misma liturgia que desde la noche de los tiempos ha convocado al ser humano desde que empezó a serlo. La palabra nos hace auténticamente humanos.


Conocí a Merche y a Carmen en Monzón, en la primavera de 1995. Me pareció que el trabajo las hacía felices. Hablaban de Literatura, nos contaban cómo la lectura había transformado su manera de relacionarse con las familias, pero enseguida entendí que, en realidad, hablaban de su vida, más allá de sus ocupaciones como profesoras.


Ballobar ha sido el laboratorio en el que se han gestado los grupos de lectura que han florecido durante los últimos años en escuelas, institutos y bibliotecas en Aragón, y también en Oslo, en Galicia, en Granada o en Miami. ‘Leer juntos’ es una muestra más de cómo la escuela rural aragonesa es una fuente de renovación de nuestro sistema educativo.