Un vecino de Ejea se atrinchera en su casa tras disparar contra el novio de su hija y un agente

El guardia civil llevaba puesto el chaleco antibalas, pero la otra víctima, herida grave, está en la uci del Clínico.

Llegada del herido a urgencias del Hospital Clínico.
Llegada del herido a urgencias del Hospital Clínico.
Asier Alcorta

Un vecino de Ejea de los Caballeros, José Luis Cerdán, de 70 años y apodado el Gallurano, permanecía al cierre de esta edición, la pasada madrugada, atrincherado en su casa del barrio de La Llana, donde se refugió tras abrir fuego con una escopeta contra el novio de su hija y un agente de la guardia civil. Como consecuencia del disparo, el primero resultó herido grave y tuvo que ser trasladado de urgencia al Hospital Clínico de Zaragoza, donde quedó ingresado en la unidad de cuidados intensivos. Por fortuna, el agente de la Benemérita llevaba puesto el chaleco antibalas, lo que no evitó que el impacto del proyectil le causara un importante hematoma en el hombro y daños en el oído, por lo que también fue llevado al Clínico.


Como el autor de los disparos se negaba a salir anoche de su vivienda, los responsables del operativo policial decidieron solicitar la intervención de un mediador que estaba previsto que acudiera desde Madrid. En cualquier caso, a la espera de su llegada, numerosos funcionarios del instituto armado, apoyados por agentes de la Policía Local de Ejea e incluso los Bomberos de la DPZ, que instalaron un gran foco, seguían apostados en torno a la casa de José Luis Cerdán, ubicada a escasos cien metros del lugar donde disparó contra el compañero sentimental de su hija.


Los hechos se desencadenaron sobre las 19.15 a la altura de la gasolinera ubicada a la entrada de Ejea por la carretera A-127. Cerca de allí se encontraban Pilar Cerdán y su novio, Rafael Laita, cuando el padre de la primera se presentó armado con una escopeta. Los investigadores todavía no tienen claro si en ese momento se produjo una discusión entre ambos hombres, pero lo cierto es que el mayor abrió fuego contra Laita, de unos 50 años. La víctima quedó malherida en el suelo, y al parecer su novia se fue rápidamente hacia él para protegerle y evitar que su padre siguiera disparándole.


Según algún testigos, el autor de los disparos decidió abandonar el lugar de los hechos y refugiarse en su casa. Alertada la Guardia Civil, tres agentes se desplazaron pistola en mano hasta el citado domicilio, donde intentaron sin éxito que Cebrián depusiera su actitud y se entregara. De hecho, lejos de hacerlo, el hombre volvió a abrir fuego alcanzando esta vez a uno de los funcionarios de la Benemérita.


Algunos vecinos llegaron a escuchar hasta tres disparos, pero parece que el segundo y el tercero fueron efectuados por los compañeros del herido cuando trataban de cubrirle para que se pusiera a salvo. Al comprobar que la situación entrañaba un enorme peligro, se decidió acordonar la zona con un perímetro de unos cien metros en torno a la vivienda donde seguía refugiado el agresor.Rodeado por los GRS


Los primeros en acudir a apoyar a los guardias fueron varios policías locales de Ejea, a los que se sumó después un amplio despliegue de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) del cuartel de la Guardia Civil de Casetas. Todos ellos permanecían anoche expectantes y en alerta por si recibían la orden de intervenir. En principio, estaba previsto aguardar al negociador, pero se desconocía cómo podía reaccionar al agresor, que, según algunos testigos, llegó a retar a los agentes.


La Comandancia de la Guardia Civil no se ha atrevido de momento a aventurar cuáles pudieron ser las razones que llevaron a José Luis Cerdán a actuar de este modo, hiriendo al novio de su hija y al agente. Sin embargo, quienes conocen a los implicados aseguraban ayer que el hombre nunca había visto con buenos ojos la relación sentimental que mantenía su hija con Rafael Laita. Es más, parece que el desencuentro venía de lejos y que ayer, antes del tiroteo, ambos habían tenido ya algún roce a las puertas de un colegio


Los vecinos recordaron también que Pilar Cerdán, conocida en el barrio porque regenta el bar La Casilla, tuvo antes otra pareja. De hecho, parece que esta relación acabó mal y que sobre este hombre pesa una orden de alejamiento.